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Revolución Continental

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sábado, 23 de agosto de 2008

Indignación popular por exabrupto jurídico de la jueza Naiumí Pompa en contra de los compañer@s detenid@s


En el marco de la lucha por la tierra en la Sierra de Perijá
GUARDIA NACIONAL REPRIME COMISIÓN DE SOLIDARIDAD CON LA COMUNIDAD YUKPA

"Los camiones con comida para los cochinos de los ganaderos sí podían pasar, mientras que los alimentos y medicinas para la comunidad Yukpa, no". Esas fueron las palabras del compañero wayuu William Fernández, miembro del Grupo Etnoecológico Jeyuu, cuando inició el relato de cómo el viernes 22 de agosto la Guardia Nacional reprimió a 50 personas que llevaban comida y medicinas a la comunidad indígena Yukpa, en las cercanías de Machiques vía la Sierra de Perijá, Estado Zulia.

En efecto, la Comisión "Un canto por los Yukpa" fue reprimida con disparos y golpes cuando intentó transitar por la alcabala móvil que impedía su paso hacia la Hacienda Chaktapa. La comisión, conformada por los colectivos Anmcla, Ojos Rojos, Voz del Monte, Makialasahi, Homo et Natura, Grupo Etnoecológico Jeyuu, Red Afrodescendiente de Venezuela, así como por compañeros de Avila TV, Antena TV, Universidad Bolivariana de Venezuela entre otros, se dirigían a la Hacienda Chaktapa con el fin de hacer entrega a la comunidad Yukpa de alimentos y medicinas en el marco de un intercambio cultural para alzar la voz en contra de la agresión y el amedrentamiento que los ganaderos mantienen a la etnia para usurpar sus territorios.

La represión comenzó con prohibición. A la altura de Machiques, bajo el sol de las dos de la tarde, la camioneta de la Guardia Nacional GNAN4515 detuvo la marcha de los dos autobuses de la comisión que ya emprendía camino a la Sierra. Inmediatamente, la Guardia solicitó salvo conducto y aval institucional para habilitar el tránsito argumentando ser "zona de conflicto". Al caer la noche, con el aval institucional en mano, el General Izquierdo Torres, Comandante de la Primera División de Infantería, negó definitivamente el paso de la comisión, mientras que a los pocos minutos se dispuso a permitir el tránsito de un camión que trasladaba alimento para los puerquitos de los ganaderos. Indignados, los colectivos impidieron el paso del alimento porcino. En ese momento y tras cinco horas de caminata, la comunidad Yukpa hizo presencia para exigir la entrada de los compañeros a sus tierras.

William Fernández, dolido, recuerda: "La Guardia Nacional maltrataba a la comunidad, llamándonos "esos indios" como si fuéramos animales".

El conflicto llegó a su punto de inflexión. Los Yukpa se abrían paso entre más de 60 Guardias Nacionales, que a estas alturas contaban con una división antimotín y dos comboy. La represión transitó rápidamente de los golpes a las detonaciones. William Fernández escuchó las ráfagas de las automáticas AK47 pasando debajo y alrededor de sí. "Era una táctica para dispersar. Todo el mundo corrió, algunos quedaron cercados y fueron golpeados".

Adriana Ovalles, otra integrante de la comisión, describe: "Con una fuerza increíble, tres mujeres Yukpa me arrancaron de las manos de unos guardias que me arrastraban, tal y como arrastraban a mi compañero que yacía herido por los golpes. Yo quería regresar con él, pero ellas no me dejaron, me hicieron seguir adelante, con el grupo, hacia la comunidad".

En efecto, Tomás Becerra fue el primer herido- detenido con graves contusiones en la cabeza y cuello. A su vez, Luis Chaparro también resultó fuertemente lesionado y tuvo que ser trasladado a la comunidad acompañado por el Cacique Sabino.

Esto no es todo. Junto a Tomás Becerra, tres compañeras también fueron detenidas. María de los Ángeles Peña, Kelly Amundaraín y Marilú Guillén, están hoy bajo la orden de Naiumí Pompa, Jueza onceava de control del Tribunal Supremo de Justicia de Maracaibo.

En la comunidad Yukpa, 40 compañeros lograron rescatar algunas de las provisiones que llevaban pero todavía desconocen qué les espera al regreso en las alcabalas destacadas a lo largo de la Sierra.

Durante todo el día de hoy alzamos las pancartas en las afueras de los Tribunales reclamando los derechos de los Yukpa y de quienes están detenidos por acompañar sus luchas.

La última información nos dice que los compañeros van a quedar bajo régimen de presentación cada 45 días en clara violación de todos los derechos y garantías constitucionales.

La larga espera por la liberación de los compañeros ha sido sorprendida por la indignada lectura del titular del diario "El Panaroma": "Yukpa agraden a Guardias Nacionales".

Los diarios privados seguirán mintiendo. Los del estado continuarán su silencio parcial. Los ganaderos continuarán contratando sicarios. Los Yukpa en resistencia. Lo más probable es que nuestros compañeros detenidos sean liberados, pero que todo quede como si nada. ¿Hasta cuándo?

Los alimentos, medicinas y el encuentro cultural no son sólo un gesto de solidaridad. Representan también, una estrategia para visibilizar un conflicto que ha significado la violación sostenida de derechos humanos y constitucionales así como un quiebre en el orden político, económico y social de la comunidad indígena Yukpa.

¡POR LA DIGNIFICACIÓN DE NUESTRAS COMUNIDADES INDIGENAS!