Esto es espeluznante: Un pueblo sin principios, una cultura
de rapiña, el fin de la ética y a mi modo de ver el fin de la esperanza de
Revolución. No importa si Maduro y Samán ordenan la regulación de precios, esta
ya es otra dimensión, instinto salvaje en Caracas, Valencia, Táchira o donde
sea para conseguir porquerías, para conseguir baratijas del capitalismo, para
consumir a costa de lo que sea y de quien sea. NO SON PRODUCTOS DE PRIMERA NI
DE SEGUNDA NI DE TERCERA NECESIDAD, es basura tecnológica, para ver, escuchar y
consumir basura mediática. Un pueblo que vende los sueños de una humanidad
distinta, por un "Plasma". Es espeluznante.
Jessica Pernía del Colectivo Tatuy TVC