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Revolución Continental

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sábado, 16 de febrero de 2013

Muchos Yukpa mueren en el Hospital de Machiques porque nunca hay suero antiofídico



Sociedad Homo et Natura

Cuenta Zenaida Romero Martínez de 22 años de edad, al salir del hospital Chiquinquirá de Maracaibo luego por permanecer 9 días su hijo hospitalizado por neumonía, vómito y desnutrición:

Hay varios niños de las comunidades Yukpa de la Sierra de Perijá que se han muerto o enfermado en los últimos meses. En los últimos dos años, dos de los hijos de mi hermano mayor murieron de vómito y diarrea. Dos niños de la comunidad de Wasama, la más alejadas entre las montañas, murieron en el Hospital de Machiques, cuando yo estaba allí herida porque me dispararon los hacendados. Se han muerto varios niños de vómito, diarrea, gripe y tuberculosis. Este año, murieron dos niños de la comunidad Kampa, más debajo de Wasama, y un niño de la comunidad Río Yaza, ubicada en la parte baja.
Un hijo menor de mi hermana Guillermina hace menos de dos meses salió de este mismo hospital cuando fue trasladado por una mordedura de serpiente porque en el hospital de Machiques no había suero, allí nunca ha habido suero antiofídico, fue en el hospital de La Villa donde se lo pusieron.
Mientras mi hijo estuvo hospitalizado, se encontraba también una mujer Yukpa que vive en Maracaibo con su hija de tres años que sufría desnutrición, otro niño de la comunidad Peraya y otro de Shaparu cerca del Tukuko. Por la Sierra entre las cuencas de los ríos Yaza y Tukuko, sólo existen dos ambulatorios, uno en el Tokuko y otro en Kasmera. Estos ambulatorios no cuentan con atención suficiente ni con medicamentos. En el Hospital de Machiques las enfermeras no nos atienden bien y muchos Yukpa no confiamos en que allí nos podemos curar. Nos discriminan, nos miran mal, no nos atienden.

En estos días nosotras que nos agrupamos en una asociación de mujeres Yukpa defensora de nuestros derechos estuvimos planteando lo de nuestra medicina tradicional. Pensamos que los médicos también se equivocan y a veces no saben de las enfermedades que se les pegan a los humanos de la Sierra. Nosotros los Yukpa en nuestra tradición hemos podido curar enfermedades graves. Hay ancianos que tienen remedios para lo que los watía llaman tumor. También existe una enfermedad que le decimos pico, hueco, que va comiendo el cuerpo. Los ancianos con mucho cuidado curan esto. También existen remedios para la inflamación de los órganos sexuales. Dicen los ancianos que hay remedios también para la culebra. Pero ese remedio es muy escaso en la parte baja de la Sierra. Hay medicinas para las mujeres que no pueden tener niños. Este remedio me lo enseñó mi abuelo José Manuel, cuando yo tenía 10 años. Él fue asesinado por los ganaderos del río Yaza cuando ocupamos la hacienda Tizina. El Fiscal 40 Víctor Raúl Valbuena engavetó el caso, hoy exigimos justicia, al igual para los seis hermanos Yukpa asesinados por el problema de la tierra y su demarcación por hacendados y parceleros el año pasado. Aún solicitado al Gobierno, a Vicepresidente Nicolás Maduro el pago de las haciendas para nuestro pueblo y para los Barí.

Los ancianos dicen que se puede aprender. Pero no es fácil. Se tiene que caminar entre las montañas y tener tiempo para aprender. Los ancianos están dispuestos a enseñar. Pero los más jóvenes no quieren enseñar. Están viendo que la medicina occidental es muy cara. Y ahora si uno habla con un médico Yukpa también te puede cobrar. Por algunas enfermedades cobran hasta 10 mil. Hay muchos que son egoístas para enseñar a otros.

Mi abuelo José Manuel sabía bastantes medicinas para diferentes enfermedades. Nos decía que aprendiéramos para que no le estuviéramos pidiendo medicina a otra gente. Cuando yo era chiquita le decía a mi abuelo que yo sí quería aprender medicinas que pueden curar. Mi otro abuelo, el papá de Lucía, mi mamá, sabe también mucho.

Nosotras como mujeres organizadas tenemos que informarnos bien de la situación de la salud en nuestras comunidades. Tenemos que saber cuántos niños y miembros de nuestras comunidades mueren o se enferman y la causa de las enfermedades. Tenemos que saber también con qué contamos allá porque muchas veces no hay remedios ni para las picaduras de culebra. También sentimos la discriminación de los Yukpa en hospitales como el que hay en Machiques, allí no van los ganaderos, ni sus familiares, por eso no hay suero. Por eso tenemos que viajar a veces a las otras ciudades, porque no confiamos que allí nos podemos curar. Por nuestra situación de pobreza y división tampoco contamos como antes con nuestra medicina. También hay enfermedades nuevas que no sabemos cómo curar.

No existen médicos que trabajen con ambas medicinas, con nuestra medicina tradicional y con la medicina occidental. Tampoco hay investigaciones y no sabemos hasta qué punto nuestras tierras y aguas se encuentran contaminadas. Parece que en la parte baja de la Sierra el agua ya está bastante contaminada. Tampoco contamos con transporte en casos de gravedad o emergencia. Como ahora somos pobres, los Yukpa no nos estamos alimentando bien, hay muy pocos alimentos, muy pocos recursos y cada vez lo vemos peor. Los créditos solo son entregados a los llamados caciques mayores, a los Yukpa funcionarios del Gobierno, a sus familiares, a las familias amigas, o a los que se ponen muy bravo y le hacen presión todos los días. Por esta razón en el Tukuko la próxima semana se hará elecciones porque se destituyó al cacique mayor del centro piloto Tukuko, el más grande de toda la Sierra. Los políticos nos están dividiendo.