Insólito, algo que de ninguna manera parecía prefigurarse en
la agenda política de Caracas, en estos momentos vive su pleno desarrollo.
Domingo 8 de Julio en la mañana, unos compañeros, alrededor
de doce familias, son desalojadas del edificio Santa Elena en la urbanización
Las Palmas por la Policía de Caracas. Familias que han ocupado este inmueble
cuyo propietario de apellido Maceo murió hace años en Italia y no tiene
dolientes herederos. Durante meses, incluidos niños mujeres mayores y
embarazadas, se dedican a reconstruir el edificio encontrado en una situación
calamitosa, esto de una manera totalmente legal como consta en los informes de
Control Urbano. Dentro de él se ha venido desarrollando una armoniosa comunidad
de ocupantes con pleno derecho y conciencia de su acto. Al mismo tiempo, dentro
de este mismo edificio en su planta baja, judíos ortodoxos supuestamente han
ocupado el sitio igual desde hace meses con el fin de hacer de él un espacio de
culto o sinagoga.
El domingo en la madrugada luego de sentirse un raro
movimiento dentro de la supuesta sinagoga, algunos ocupantes abren una puerta
interna que da hacia ella y entran. Se encuentran a su interno: cajas de licor,
propaganda política oposicionista, cajas y cajas de comida además de los objetos
y libros del culto. Alguien por dentro avisa y a las dos horas llega la policía
de Caracas en una actitud muy especial. En vez de levantar un informe respecto
al bunker o dicha sinagoga con que se han conseguido los ocupantes procede a un
violentísimo desalojo de todo el mundo en defensa a ultranza del espacio
ocupado por los judíos. Hay detenidos, nadie por parte de la alcaldía oye
argumentos, menos su policía, todos a la calle, lugar donde se encuentran desde
entonces todas las familias que allí viven y ese es su hogar. Pero como
palestinos en su tierra, los intereses sionistas defendidos de manera brutal
por la Alcaldía de Caracas y en obvio
conocimiento por parte del alcalde Jorge
Rodríguez, a quien estamos cansados además de enviarle mensaje a él y sus
directores, de la misma manera son tratados. En un segundo desalojo el domingo
igual se reproduce la violencia policial y ni siquiera una franja de Gaza le es
dada, allí están todas las familias y niños tirados en la acera del frente.
Nuestros compatriotas han sido tratados como Palestinos en
Israel. El grupo sionista, tan ocupantes de este inmueble como nuestros
compañeros, felices siguen entrando y saliendo del edificio cuando les da la
gana, con una polícía para su protección exclusiva, mientras reprimen y tratan
como perros a nuestros compatriotas. Hasta este humilde cristiano que les
escribe es víctima de golpes, ahorcamientos, casi me parten un brazo y una
mano, para luego esposarme y llevar detenido ayer martes en la mañana
simplemente por intentar levantar un informe sobre los hechos y tomar unas
fotografías del lugar: gajes del oficio militante esta bien. ¡pero coño
malditos quién les dio derecho a tal represión!..
Una perrada contra compatriotas que además son militantes de
lucha popular y del “proceso” como dicen, es decir, sostenedores políticos del
poder que hombres como Jorge Rodríguez detentan, mientras el amigo los manda a
reprimir de la manera más brutal en defensa de un evidente bunker que hace
parte de lo que el propio Jorge Rodríguez denuncia todos días: la agenda
conspirativa de la derecha. ¿NO HAY ALGO MUY RARO EN TODO ESTO?.
En todo caso denuncio este hecho no solo como un típico acto
de represión contra el movimiento de Ocupantes Sin techo, a pleno derecho de
hacer lo que hacen, sino un acto conspirativo proveniente de la propia alcaldía
y de su policía, al generar una violencia totalmente arbitraria contra
compatriotas, participantes de organizaciones de base en plena ciudad de
Caracas y en defensa vendida y evidente de un grupo sionista que en este
edificio han mantenido hasta los momentos un bunker entrelazado a prácticas
típicamente conspirativas como es el acaparamiento y vaya a saber que más hacen
allí.
Las prácticas de poder desde el Estado tienden
inevitablemente a desgastar y demoler su origen revolucionario cuando lo
tienen. Esto no tiene nada de nuevo y Venezuela no es ninguna excepción. Lo que
es tremendamente raro y sospechoso es ver a esos mismos poderes defender a sus
supuestos enemigos de manera feroz y en contra de las bases nobles que lo han
defendido todos estos años.
Cuidado con otro Abril…responda usted camarada Rodríguez,
otra política es urgente.
Roland Denis