Plantea limitar a 5 meses la ley habilitante
Caracas, 15 de enero.- El presidente Chávez lanzó un discurso de conciliación de clases y unidad nacional durante la entrega de la Memoria y Cuenta del año 2010, ante la Asamblea Nacional. Haciendo gala de un tono edulcorado y pro-burgués, Chávez manifestó su disposición a tender la mano a la derecha opositora, e incluso dijo aspirar a la unidad con dicho sector. Según Chávez, las diferencias entre el chavismo y la derecha opositora se deben a estrategias concebidas fuera de Venezuela.
Siete horas de idilio entre Chávez y los diputados derechistas
Pese a que el gobierno insistiera durante la campaña electoral en la consigna "No volverán", Chávez dijo que era "maravilloso" contar con una bancada de diputados derechistas en la AN. “Me parece maravillosa la ocasión de vuestro regreso (a la Asamblea Nacional), algunos (diputados) son nuevos, algunos son ya fraguados desde centros de mucho poder, internacional y también interno, empeñados en que nosotros seamos incapaces de dialogar, de darnos la mano, empeñados en que Venezuela caiga de nuevo en la desestabilización, empeñados en que ustedes crean señores de la oposición que yo soy un verdadero demonio”, dijo Chávez.
Según Chávez, son sectores externos e internos los que se han dedicado a torpedear el diálogo con la derecha, y aseguró estar a la disposición de los partidos proimperialistas. "Señores de la oposición: ustedes creen que soy un verdadero demonio, con el que no se puede hablar y nosotros creemos que ustedes son unos demonios con los que no se puede hablar. Echemos los demonios y que viva lo humano, las ideas, el debate... No perdamos esta nueva oportunidad, el espacio es de ustedes, yo desde mi puesto de combate como soldado, estoy a disposición de ustedes... Os ruego, no perdamos esta nueva oportunidad. En las manos de ustedes está la oportunidad de sembrar las semillas de la concordia nacional", dijo Chávez, dirigiéndose a los diputados de Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia, Copei, y otras organizaciones derechistas.
"Todos somos venezolanos. Ni ustedes se van a ir de aquí ni nosotros tampoco... Dejemos de vernos como enemigos, no estamos aquí para exterminarnos". Chávez consideró que el término "enemigos" era propio de la guerra, y que los dirigentes derechistas no son sus enemigos.
Bailando pegao con la derecha, como en los viejos tiempos
Subrayando su disposición a pactar con la burguesía, Chávez recordó que no fue él quien rompió el diálogo, sino que fue la derecha en el marco de las intentonas golpistas del año 2002. Antes de eso, recordó que él había recibido a la dirigencia derechista en Miraflores. "Yo recibí a todos los líderes adecos y copeyanos, mi ministro de despacho era Alfredo Peña... Ravell (ex director de Globovisión) un día me dijo que brindáramos y expresó algo que no cumplió: si usted gana me pongo la boina roja".
Chávez reprochó a la derecha la campaña que le adjudica intenciones revolucionarias de implantar el comunismo. Explicó que el comunismo implica la desaparición del empresariado capitalista, cosa que nunca ha planteado su gobierno. "Queremos trabajar con el sector privado", dijo el presidente, citando el caso de las viviendas que están construyendo empresas capitalistas en las adyacencias de Fuerte Tiuna.
"Me siento aquí o en Miraflores, o en el Guaraira Repano a un debate", expresó muy orondo, mientras miraba hacia los diputados de la derecha opositora. Paneos de la cámara de la televisora estatal sobre los rostros de la bancada derechista mostraban a William Dávila asintiendo y a María Corina Machado atentamente haciendo anotaciones en un cuaderno. Chávez se permitió usar chanzas y dijo que los diputados de la derecha opositora estaban "muy serios".
Para ilustrar su planteamiento, para muchos sorpresivo, sobre la necesaria unidad con los dirigentes derechistas, a quienes llamó "hermanos", Chávez puso el ejemplo de Francisco Arias Cárdenas, a quién llamó "Pancho". Dijo que las intrigas los habían puesto a pelear, pero con el tiempo se habían reunificado políticamente, luego de que "Pancho" le expresara: "Presidente mi futuro está en sus manos".
Lamentó la ausencia del embajador del imperialismo yanqui
“Lamentamos la ausencia del embajador de Estados Unidos, quisiéramos tener un embajador”, dijo Chávez al saludar a los diplomáticos presentes. Insistiendo en la posibilidad de la reconciliación con la oposición derechista, puso como ejemplo su amistad con el presidente colombiano Juan Manuel Santos. Asimismo, explicó que Santos fue mediador en su diálogo amistoso con la jefa de la diplomacia yanqui, Hillary Clinton, durante la toma de posesión de Dilma Rousseff en Brasil. "Nos topamos como seres humanos que somos... Ella me abordó", dijo Chávez. El presidente recordó que por medio de Clinton le envió un mensaje al presidente yanqui Obama, asegurando ser "el mismo de la reunión de Trinidad", y sosteniendo que sus intenciones de entablar una relación amistosa con el gobierno de los EEUU se mantienen en pie.
Posiblemente devuelva la Habilitante a la AN
"¿Saben ustedes qué estoy dispuesto a hacer?, ¿y anoche lo pensé? Soy capaz de solicitar a esta Asamblea Nacional la derogatoria de esa Ley (Habilitante)... Lo que necesito son instrumentos especiales para enfrentar una emergencia... El 1 de mayo pudiéramos nosotros haber terminado, acelerando las leyes que estamos haciendo. Os devuelvo la Ley Habilitante, voy a trabajar más duro y más rapido... Ahorita dirán algunos: reculó Chávez otra vez. El que quiera pensar eso que piense eso. Chávez lo que va es pa’lante", dijo.
La Ley Habilitante aprobada por la saliente AN, permite a Chávez legislar por 18 meses. Aunque fue aprobada con el pretexto de la grave situación originada por las severas lluvias, en realidad le permite a Chávez legislar en áreas que no guardan la menor relación con el tema de la construcción de viviendas, como por ejemplo en el área militar.
“¿De dónde pueden sacar que esto es una dictadura, de dónde Dios?”, se preguntó Chávez, haciendo seguidamente una serie de reflexiones religiosas.
Chávez piensa entregar la presidencia dentro de 12 o 18 años
"Yo he dicho, cuando me vaya de aquí dentro de por lo menos dos o tres períodos, si Dios quiere, espero entregarle la Presidencia aquí mismo a una mujer venezolana, es lo que yo quisiera", aseguró.
"De todos modos no se desanimen los caballeros que eso lo decidirá el pueblo venezolano, cuando y a quien, pero algún día yo me iré", afirmó.
Por: Laclase.info
