Es, América Latina, la región de las venas abiertas.
Desde el descubrimiento hasta nuestros días todo se ha trasmutado siempre en
capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se
acumula en los lejanos centros de poder. Todo: la tierra, sus frutos y sus
profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y de
consumo, los recursos naturales y los recursos humanos. El modo de producción y
la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados desde
fuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo. A cada cual
se le ha asignado una función, siempre en beneficio del desarrollo de la
metrópoli extranjera de turno, y se ha hecho infinita la cadena de las
dependencias sucesivas, que tiene mucho más de dos eslabones, y que por cierto
también comprende, dentro de América Latina, la opresión de los países pequeños
por sus vecinos mayores y, fronteras adentro de cada país, la explotación que
las grandes ciudades y los puertos ejercen sobre sus fuentes internas de
víveres y mano de obra… .[1]
La Guarura, Sistema de la Palabra Libre y Militante
No sabemos en qué momento de la reciente historia de
Venezuela a los venezolanos se nos consultó sobre nuestra disposición de
competir por el título de Potencia Energética, porque a juzgar por lo que ello
representa y por las consecuencias que acarrea, el tema asume unas dimensiones
dignas de ser materia de un referéndum consultivo.
Pero nuestro Presidente -siempre dando muestras de promover
la participación y la discusión- formuló una Propuesta a modo de programa de
gestión para los años 2013-2019 para ser sometida a nuestra lectura y
evaluación.
A tales efectos y tomando en cuenta las desacertadas
actuaciones del Gobierno Nacional en materia de intervención en
territorios indígenas, nos aprestamos a revisar el Tercer Objetivo Histórico de
la Propuesta que plantea: Convertir a Venezuela en un país potencia en
lo social, lo económico y lo político, dentro de la gran potencia naciente de
América Latina y El Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz
en nuestra América.[2]
Los recientes asesinatos perpetrados contra el pueblo yukpa,
la falta de pesquisas policiales sobre estos hechos y la total indiferencia del
Estado en aras de detener la masacre, parecieran darnos señales contrarias a
las de la conformación de zonas de paz, y ofrecen preocupantes incógnitas que
nos llevan a relacionar inevitablemente el proceso de exterminio del liderazgo
rebelde de estos pueblos hermanos, con las políticas de desarrollo minero que
el Gobierno Nacional se está planteando en años venideros a través del
mencionado documento.
¿Qué se entiende por un país potencia en lo
social en el marco de una retórica característica del ya no tan cacareado
socialismo del siglo veintiuno? ¿Podría existir compatibilidad en el ascenso de
una nación con carácter de Potencia en el ámbito de lo político y lo económico
con la existencia de una zona de paz en el territorio latinoamericano y del
Caribe? ¿Es posible que pueda existir paz social –e incluso vida- cuando
en nombre del progreso sacrificamos a la naturaleza? ¿Cómo interpretar el
término de potencia en relación con la existencia de naciones
con menores niveles competitivos en materia de recursos naturales energéticos?
Dentro de los objetivos de esta línea, la Propuesta enumera
pormenorizadamente objetivos específicos relacionados con el desarrollo de la
capacidad productiva del país en materia no sólo de explotación de
hidrocarburos y gas natural “bajo el principio de la explotación racional
y conservación de los recursos naturales renovables y no renovables”, sino
también la explotación de recursos minerales.
En cuanto a este último objetivo plantea: Desarrollar
el poderío económico utilizando los recursos minerales.Para ello contempla
el aumento de las reservas minerales en el país, la ubicación de nuevos
yacimientos minerales en el Escudo de Guayana, Sistema Montañoso del Caribe,
Cordillera de Los Andes y Sierra de Perijá “con la prospección geológica y la
utilización de nueva tecnología de bajo impacto ambiental”. (¡Ya quisiéramos
nosotros que nos explicaran en detalle cómo sienten los seres vivos -animales y
vegetales- eso de “tecnología de bajo impacto ambiental” cuando empresarios y
contratistas chinos y rusos hagan uso de esos territorios!). Cualquier parecido
con la discusión Rio+20 y el “capitalismo verde” entra en revisión en el caso
de estos proyectos…
Curiosamente el término “social” que encabeza la Línea
Estratégica de la Propuesta, aparece en una ínfima proporción de objetivos
estratégicos con los cuales se pretende operacionalizar la fulana conversión de
Venezuela en Potencia Energética, y de igual modo, la mención a la forma
cómo se coordinará la consolidación del extenso espacio latinoamericano y del
Caribe en otra Potencia Energética, sólo aparece insinuada para el
área económica a través de un objetivo en el cual se explicita que las reservas
de minerales de oro y diamante serán duplicadas con la certificación de los
yacimientos que se encuentran en el Escudo de Guayana, y que serán destinadas
como bienes transables para la construcción del socialismo y en aras del
fortalecimiento de las reservas internacionales. ¿Cuáles reservas
internacionales? ¿Las del capitalismo financiero? Muchas preguntas hay que
hacerse respecto a este objetivo…
Con iguales niveles de ambigüedad discursiva, la Propuesta
habla del desarrollo del potencial minero para la diversificación de fuentes de
empleo, ingresos y formas de propiedad social, que nos llevan una y otra vez a
preguntarnos cuál será el destino de los pueblos originarios, de los cuales no
se hace mención, y quienes aún tienen sus asentamientos en esos lugares,
obviando además el gran principio constitucional contenido en su preámbulo:
…refundar la República para establecer una sociedad… multiétnica y
pluricultural …, es decir una sociedad de diversos y diversas, de “culturas”, y
no de cultura en singular.
Las dimensiones humanas de Hugo Chávez Frías nos conducen a
pensar que todo cuanto él propone es en beneficio de las mayorías. Sin embargo,
proyectos como los expresados en el plan 2013-2019, contradicen muchos de los
principios del proyecto bolivariano que apoyamos originalmente. Inclusive en
más de una ocasión el mismo Presidente ha revelado haber sido víctima de
intereses que han girado la balanza hacia los grupos de poder económico y
lesionado los intereses populares. De ello dio razón Müller Rojas cuando
afirmaba que el Presidente estaba rodeado de un nido de alacranes.
La intención no es hacer un juicio a ultranza de la
necesidad de desarrollar nuestros recursos energéticos, pero es evidente que
estamos frente a una propuesta de carácter desarrollista que de seguro ya ha
activado la codicia de numerosos empresarios que dudamos mucho posean
inclinaciones “socialistas” o que, parafraseando la retórica del discurso
golpista, estén “preñados de buenas intenciones para dar a las mayorías la
mayor suma de felicidad posible”.
Necesitamos urgentemente leer y debatir esta Propuesta
Presidencial a fin de conferirle una perspectiva clara y precisa en el plano
operativo, requerimos la determinación de un enfoque realmente integrador que
resguarde la cultura y los intereses de nuestras comunidades originarias, que
no es otra cosa que preservar nuestro propio equilibrio y armonía con la
naturaleza.
Por eso, desde este colectivo de hombres y mujeres
comprometidos en la lucha por alcanzar la consolidación de una sociedad crítica
y responsable del equilibrio ecológico de nuestro planeta, hacemos un llamado a
quienes de una u otra forma se vinculan con el tema y tienen consciencia de las
desbastadoras consecuencias que generará a corto, mediano y largo plazo en la
vida de todos los seres vivos una visión progresista del desarrollo nacional,
para que se pronuncien y ofrezcan sus aportes para la reconstrucción del Tercer
Objetivo Histórico de la Propuesta de Gestión 2013-2019 del Candidato de la
Patria.
Vamos a leer y discutir estos proyectos, y revisar hasta qué
punto se plantea ser una “alternativa” para enfrentar el capitalismo que
decimos combatir. La alternativa, está en no parecernos a él (al capitalismo),
es exactamente hacer lo contrario, pues ya nos ha demostrado que como sistema
es depredador, expansionista y sólo vela por los intereses de las
corporaciones. El planeta tierra nos está indicando que no podemos seguir
explotándola como un saco sin fondo, nos está indicando que debemos revisar y
revisarnos en nuestra cotidianidad para ir hacia un sistema de vida distinto de
verdad. De lo contrario estamos cavando nuestra propia tumba, y con ella la de
toda la pacha mama.
[1] Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de
América Latina. XXI editores, Decima quinta edición, 1976, Colombia, pag. 4
[2] Propuesta del candidato de la Patria
Comandante Hugo Chávez para la Gestión Bolivariana Socialista 2013-2019.
Comando de Campaña Carabobo, 11 de junio 2012, Objetivo Nacional. 3.1.
Consolidar el papel de Venezuela como Potencia Energética Mundial. pag 15