Por Adolfo Nittoli-Argüello
"Un homosexual puede ser funcionario policial siempre y
cuando no manifieste su apetencia sexual"
Freddy Bernal
Siempre me he considerado un hombre generoso, y por eso doy
mi opinión sin que me la pidan, a manos llenas. He estado pensando mucho acerca
de las declaraciones del Comisionado para la Reforma Policial, Freddy Bernal.
Él considera que no pude permitirse el acceso a personas con orientación
homosexual, ni hippies ni tatuados a los cuerpos policiales del país, y que en
ese caso sería mejor enviarlos a formar parte de la nómina de MinCultura. Doble
afrenta.
Más allá de citar el articulado de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (19-20-21) hay una espinita que no logro
sacarme:
¿Por qué a MinCultura? ¿Qué quiso decir? ¿Es MinCultura
según Bernal el reducto de “homosexuales, hippies, y tatuados”? ¿Es el tren
siberiano de la administración pública, donde tienen cabida los proscritos de
las otras instituciones? ¿Es la materialización, al fin, de la máxima “en el
arte sólo hay maricos, drogos y putas”? Le doy vueltas y vueltas…
Para Bernal el problema está en que el aspirante demuestre
lo que es… Y lo entiendo. Le molesta la mariquera, o la “jipera” Lo entiendo.
Aunque diga que no tiene nada en contra. Porque el homófobo necesita siempre
exculparse… Que no se le note la homofobia. ¿Pero si al aspirante no se le nota
la mariquera sí puede ingresar?
Sencillo. Porque estamos en el país de las apariencias.
Donde es más importante aparentar que ser (¡Bravo, Maquiavelo!) Pero creo que
mucho mejor sería asumir una postura más cónsona con el aparato gubernamental
en materia LGBTI: No manden a nadie a MinCultura, porque se les va a llenar el
edificio con colas de maricos, hippies y tatuados que quieran ingresar a una
institución que les permita ser y no aparentar; al contrario del país y sus
funcionarios que les exigen aparentar y no ser, y que además no hace nada, en
lo absoluto, por reconocer derechos, reivindicaciones. Que no son súplicas:
¡Son derechos!
Entonces, sigo pensando… y más allá de recordar que vamos a
la retaguardia en materia LGBTI en nuestra región, considero que el
Comisionado, en el fondo, fue honesto: No hay cabida para homosexuales, ¡Y la
Constitución que se calle! Porque lo importante es que “no se note”
Y nuestra policía, conformada íntegramente por el “hombre y
la mujer nueva” será, según Bernal, el bastión de la idoneidad: Todos aparentemente
heterosexuales, aparentemente honestos, aparentemente eficientes, aparentemente
confiables.
Porque somos así: podemos ser malos, pero que no se note;
corruptos, pero que no se note; bachaqueros, pero que no se note; incapaces,
pero que no se note; violentos; pero que no se note; irresponsables, pero que
no se note; insensatos, pero que no se note; homófobos, pero que no se note…
Y en su cerebro de comisionado, los pobres mariquiquis con
aspiraciones de policía, ¡Que se vayan a atender teléfonos en MinCultura. ¿Es
así la cosa, no?
“Hay tantos niños que van a nacer con una alita rota…
Y yo quiero que vuelen, compañero.
Que su revolución les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar”
Pedro Lemebel