La Lucha sigue pero también sigue
el exterminio y el abuso.
Sembramos al Cacique Sabino en la
tierra que liberó
Desde la Guarura donde SI SOMOS
TOD@S
Junto a familiares, amigos y
yukpa que creen en Sabino y su lucha, estuvimos en un encuentro de reafirmación
de nuestra identidad como Luchadores. Un encuentro lleno de un profundo dolor y
una gran arrechera contra el Poder de la élite política y militar que desangra
la montaña y su gente en la Sierra de Perijá.
Luego de un viaje, de improviso y
un tanto tenso… un pequeño equipo de militantes de Caracas y Maracaibo se
dirigió a la Sierra para contribuir con el difícil momento que les toca
afrontar a la familia Romero y sus allegados. También fuimos a reconstruir los
hechos que causaron la muerte de Sabino en el Centro Piloto Tokuko, ya que,
como es costumbre, los medios de difusión oficiales no dicen la verdad, no
informan…
Allá fuimos, pasamos por entre
las quintas de los ganaderos y terratenientes, quintas sin alambrado eléctrico,
ni muros, ni rejas, porque no son ellos quienes sufren la inseguridad en esta
zona, al contrario, son esos degenerados los que cuentan con ¨Manguera¨ un
infeliz mercenario que trabaja para el GAES (Grupo Antiestorción y Secuestro) y
es jefe de los sicarios que han sido contratados para asesinar a los Yukpa, y
cuya maquinaria de crímenes la tienen en el barrio La Morena (al lado de las
quintas de los ganaderos), un barrio que de la noche a la mañana se fundó
con ladrillo cabilla y cemento y donde se respira la mafia.
En el viaje, entramos por las
haciendas Ocupadas y rescatadas por los Yukpa, Paja Chica, Medellín, Tizina
cuyo nombre ahora es Chaktapa, y otras llamadas kusare y Brasil. Cinco
haciendas tomadas y ocupadas bajo el liderazgo de Sabino, sus hijos y sus
primos como Cesáreo. Un enfrentamiento que han sostenido durante dos
generaciones y seguirán sosteniendo, tal y como afirmaron los hijos y
familiares, mujeres y hombres de Chaktapa, Karaña y otras zonas liberadas.
!Sabino está vivo y la Lucha va Pa´lante! era el grito de los Yukpa en el
último adiós al Cacique.
Cómo mataron a Sabino:
El crimen a todas luces, contó
con la absoluta complaciencia de personeros del gobierno como el viceministro
del MINPI, una de las autoridades que huyó apenas ocurrieron los hechos.
En el centro piloto el tokuko se
habían realizado elecciones de Caciques Mayores quince días atrás; no obstante
Alfonzo Iknopa (aspirante a Cacique) descalificó tal proceso eleccionario y
exigió la repetición del mismo. Juan Carlos Anane, quien había obtenido el
mayor número de votos, aceptó repetir la consulta, ya que muchos Yukpa de
haciendas lejanas no habían podido votar por el dificil traslado hasta el
centro piloto. Sin mayor discusión, se repitió elecciones y ese día fue el día
que asesinaron a Sabino.
De las haciendas rescatadas
llegaron muchos electores en camión, entre ellos Sabino. Frente a la fila de
los Yukpa votantes había una cola que Iknopa concertó, conformada por Wayü y
Watijas (criollos) cuya intensión era votar. Tras un tenso silencio, Iknopa
comienza a decirle a su grupo que Sabino No podía Votar… Otros Yukpa decían que
el derecho a elegir el Cacique mayor del Tokuko, era un derecho de Yukpa, no de
Wayü ni Watija… en esa discusión, Sabino entra a votar y al salir con su misión
cumplida; lo detienen unos conocidos para decirle que le cancelarían un dinero.
Sabino, Lucía y su hijo pequeño se montan en la moto y va al encuentro con sus
deudores, por la orilla de la carretera y es en ese momento que dos
watijas también en moto, embisten a la pareja y le propinan disparos por la
espalda. Sabino cae muerto, Lucía y su hijo fueron afectados en el tiroteo.
Apenas sucede esta desgracia, la
luz en el tokuko se va por un instante, unos yukpa entran al centro
piloto gritando: “mataron a Sabino”, sus hijos (Sabinito e Isidro) junto a
otros yukpa, corren e intentan tomar medidas para que ningún motorizado salga
del poblado hasta tanto encuentren a los asesinos. El ejército que rodeaba
desde temprano el centro piloto, dieron golpes a Isidro, amarraron a sabinito y
a Vicente Anane, lo esposaron, le cubrieron el rostro junto a
otro yukpa y los detuvieron, el ejército comienza a promover entre la
gente que se trata de los asesinos de Sabino Romero. En medio de la
desesperación, los Yukpa se acercan a los supuestos asesinos para lincharlos y
es cuando Anane comienza a gritar en Yukpa y dice: “Soy
Vicente”. Se les cae la coartada a los miserables sicarios uniformados y
los yukpa lo rescatan. A todas estas el viceministro del MINPI, huyó y el
ejército no hizo nada para capturar a los sicarios.
Ayúdanos a gritar la verdad
acerca del asesinato de Sabino. Hoy corren peligro los Yukpa que reclaman por
justicia. La Lucha sigue pero también sigue el exterminio y el abuso.