Rafael Uzcátegui
El pasado 09 de julio el vicepresidente de la república,
ciudadano Jorge Arreaza, visitó las zonas afectadas por las inundaciones en el
estado Apure, especialmente la población de Guasdualito. En el marco de sus
declaraciones a través del Sistema Nacional Público de Medios, cuando hacía un
balance de la situación, se refirió a la cobertura informativa que realizó
Radio Fe y Alegría Guasdualito en estos términos: “Cómo también podemos
destacar alguna emisora, no sé si estará aquí presente, ¿cómo es que se llama?
¡Terrorismo y Tristeza!, Fe y Alegría, que estuvo también haciendo un trabajo
psicológico contra la población. Como en el año 2002, ¡igualito! Cuando le
dijeron al pueblo que Chávez había renunciado y los pueblos de Guasdualito y
toda esta zona no creyeron en esa emisora, porque fue la única que tenía su
propia planta de generación eléctrica que quedó transmitiendo”. Desde Provea y
desde mi persona queremos, con este texto, rechazar las afirmaciones del alto
funcionario contra el circuito radiofónico Fe y Alegría”.
Las palabras de Arreaza sólo pueden ser dichas o por un
advenedizo de las luchas populares en el país o por alguien que conscientemente
falsea la verdad con fines inconfesables. A uno le podrá gustar más o menos la
cobertura informativa que realiza Radio Fe y Alegría (RFA) en determinadas
situaciones, pero si uno tiene un criterio honesto sobre el papel que sus
emisoras han desempeñado a favor de las clases populares en el país debe
quitarse respetuosamente el sombrero ante ellas. Quien tenga un mínimo de
trabajo social real, fuera del aire acondicionado, lo sabe.
En 1975, cuando no se tenían privilegios por decir que se
estaba a favor del pueblo, el Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA) comenzó
sus actividades, innovando en la educación popular al transmitir clases por las
ondas hertzianas dirigidas a personas excluidas del sistema educativo. Fue así
como comenzaron sus dos primeras emisoras, una en Maracaibo (Radio Selecta
1.390 AM) y Caracas (Radio Fe y Alegría 1.390 AM). La apuesta privilegió zonas
rurales y olvidadas por la gestión centralizada, siendo la creada en
Guasdualito la cuarta del circuito. Luego vendrían Paraguaipoa, El Tokuko,
Tucupita, Ciudad Guayana para sumar hoy en día 17 emisoras distribuidas a lo
largo y ancho del territorio.
Este trabajo, constante, paciente y sin exhibicionismos
artificiales ha generado, desde la década de los 80´s, diferentes teorías
conspiranoicas y prejuicios para quienes opinan –generalmente desde ciertas
izquierdas- que los jesuitas son una extensión del complot illuminati contra el
mundo. No sería la primera vez que RFA es acusada de oscuros intereses, un tipo
de señalamientos que, por cierto, fueron frecuentes en la llamada “Cuarta
República”.
Si la mentira siempre ha tenido patas cortas, en tiempos de
redes sociales su vigencia es de nanosegundos. Fue memorable el trabajo que Fe
y Alegría realizó en febrero de 1989 cuando “El Caracazo”, informando en
momentos en que la censura y el desconcierto primaba en el resto del dial,
colocando el micrófono para que los ciudadanos denunciaran los eventos de los
que eran testigos mediante una red de corresponsables, entre los que se
encontraba el hoy director de Espacio Público Carlos Correa, que literalmente se la
jugaron por la libertad de expresión en aquel momento. El mismo trabajo ha sido
realizado en otros momentos álgidos de la vida nacional, como las situaciones
alrededor del golpe de Estado de abril de 2002, que Arreaza falsea. En esos
días los reporteros de Fe y Alegría continuaron informando desde y para las
comunidades, tal y como los hechos fueron evolucionando. Al igual que otros
medios, se amplificaron las declaraciones del General Lucas Rincón Romero la
noche del 12 de abril de 2012, quien al señalar que hablaba a nombre del alto
mando militar declaró al mundo “se le solicitó al señor Presidente de la
República la renuncia de su cargo, la cual aceptó”. Si el vicepresidente Jorge
Arreaza desea cuestionar este dato de la historia debe enfilar sus críticas a
la embajada venezolana en Portugal y no equivocarse con uno de los pocos medios
que, desde dentro del Palacio de Miraflores, informó sobre el regreso de Hugo
Chávez al poder.
Lamentablemente, no es el primer desborde de prepotencia del
vicepresidente. Por citar alguno, en el año 2013 a propósito de un acto con
organizaciones indígenas afirmó: “Aquel miembro de un pueblo indígena que no
tiene la claridad de no estar con la Revolución Bolivariana es prácticamente un
traidor a su pueblo, un traidor a su comunidad”. Antes de las cumbres del poder,
la personalidad de Jorge Arreaza era más bien taciturna. Parece que uno de los
requisitos exigidos en el perfil de los actuales altos funcionarios es hacer
gala de la soberbia.
Nuestras palabras de apoyo y aliento para todo el equipo de
Radio Fe y Alegría.
http://www.radiofeyalegrianoticias.net/sitio/2015/07/vicepresidente-jorge-arreaza-opino-sobre-el-trabajo-de-radio-fe-y-alegria-ante-emergencia-de-guasdualito-audio-y-video/