lunes, 24 de mayo de 2010
Alerta!!! Burlada la justicia otra vez en el caso de los indígenas yukpas de Perijá.
Mujer Yukpa.
Usted que ahora lee esto seguramente ha sido testigo presencial o “virtual” del devenir del caso de los compañeros indígenas yukpas de la Sierra de Perijá. Si leyó las últimas noticias publicadas, incluso en la prensa del occidente venezolano (Diario Panorama), habrá llenado su alma de contentura o de optimismo al ver rayo de luz al final de este túnel jurídico político en el que los más humillados en su condición humana han sido los tres detenidos indígenas: Sabino Romero Izarra, Olegario Romero y Alexander Fernández.
Mientras las notas de la jueza Erika Carroz hablaban de revisión inmediata de la condición de salud de los tres indígenas y su posterior traslado a la localidad del Tokuko (centro piloto yukpa) la realidad mostraba una muy distinta situación: Desde el Fuerte Militar Macoa (Ejército Venezolano) se privaba “a lo charro” de las necesarias y vitales visitas de familiares y abogados defensores so pretexto de que las mismas vulneraban la integridad del fuerte (¿?).
Los días han pasado y a estos graves hechos que tensionan la estabilidad de cualquier ser humano, más si se encuentra privado de libertad, se han mantenido. En el caso de las visitas los días de encuentro de los detenidos con familiares se redujeron de dos a uno y, cuando por fin se logra movilizar la familia hasta el fuerte militar, ocurre la humillación a la que son sometidas las mujeres yukpas que, luego de demostrar que son familiares cercanos de algunos de los detenidos, son desnudadas y maltratadas para poder ingresar hasta el lugar de visita.
Una cosa, decimos, es la seguridad necesaria y el control de ingreso de los visitantes que tendrán el encuentro con los indígenas detenidos y otra es el abuso descortés, racista al que son sometidas muchas de las indígenas que sólo anhelan poder constatar el estado de salud, la condición en la que se encuentran sus familiares privados de libertad.
Con mucha indignación denunciamos esto ante ustedes lectores que son, en primera instancia los que han mantenido el fulgor digno y la denuncia de estas duras situaciones a las que someten a los indígenas por reclamar territorio ancestral y una demarcación justa de sus espacios de vida.
En las próximas horas movilizaremos a familiares y compañeros de lucha hasta la Defensoría del Pueblo y hasta las universidades locales para dar a conocer estos abusos desde el testimonio de las mujeres humilladas. Esta situación de perpetuo abuso y de ilimitada humillación flaco favor le hace a los accionares y decires que se gestan en la patria que, desde el imaginario y el quehacer bolivariano, se plantea refundar con ardoroso esfuerzo
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Sirva esta primera nota que desde Clorofilazul lanzamos como exhorto a las mujeres organizadas de esta patria que se moviliza en dignidad y lucha, para que podamos denunciar en mayor escala y dónde deba ser estas irregularidades cometidas en el Fuerte Militar Macoa (nombre indígena Caribe por cierto!!!) ubicado en la localidad de Machiques, suroccidente del Estado Zulia.
Que el Ministerio del Poder Popular para la Mujer no descuide esta denuncia y sume su grito de rechazo ante esta desgarradora situación. Estamos ante un abuso de autoridad sumamente lesivo de los derechos humanos tanto de los detenidos indígenas como de sus familiares.
Que en territorio ganadero no siga prevaleciendo la lógica del tierracogiente, del finquero estafador y criminal. Que en tierra ganadera el ejército patrio libere con su hacer y no castigue al más débil. Nuevamente se dan situaciones que ponen en entredicho muy grave la posibilidad de hacer verdadera revolución. Estos militares responsables de este Fuerte Militar, abusadores del poder que se les ha conferido, deben ser removidos de sus cargos y sancionados por permitir de manera abierta y hasta soberbia esta violación flagrante a los derechos de los pueblos indígenas consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la Ley Orgánica de los Pueblos y Comunidades Indígenas (LOPCI).
Mujeres indígenas de nuestros pueblos naciones, mujeres cimarronas, educadoras, campesinas, educadoras, obreras entendamos que esta violación abierta a la dignidad humana no debe quedar impune. Sirva este puntual llamado para ponernos en contacto y abrazar esta causa desde sus propias movilidades en cada consejo comunal, en cada espacio o territorio donde la palabra y la acción nos lleven a construir patria grande y digna.
Atentas, atentos que Sabino y Alexander siguen detenidos en el Fuerte Macoa. Atentas y atentos que la situación espiritual de estos compañeros indígenas está quebrada por estas humillaciones propinadas por el propio personal militar del Fuerte Macoa. Los abogados defensores se encuentran en permanente movilidad para denunciar esto y lograr que la luz de justicia que otrora brilló no se apague entre tanta jugarreta odiosa e insana.
Decir también que sigue el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sin admitir o rechazar el Recurso de Amparo introducido por los abogados defensores de Sabino y Alexander. Esta dilatación en el tiempo por parte de la Presidenta del TSJ nos resulta grave a los miles de aliados que expectantes esperamos sea suspendido este aberrante hecho que ha humillado y criminalizado a tres detenidos que bien pueden, en cercanía a sus propias leyes, en su propio territorio, solventar los lamentables hechos acaecidos el 13 de octubre de 2009.
Exhorto abierto a las mujeres diputados que aún mantienen su accionar legislativo en la Asamblea Nacional. Exhorto abierto a los colectivos que desde el empuje y latido mujer reconocen el dolor indígena de las madres, de las esposas, de las hijas que anhelan visitar a los detenidos indígenas y terminan siendo humilladas toda vez que las desnudan y maltratan con la idea de doblegarlas y pasarles factura por el solo hecho de ser indígenas que no se rinden en una tierra de “ganaderos”cobardes.
Por: Clorofila Azul