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Revolución Continental

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sábado, 12 de febrero de 2011

Zobeyda La Muñequera
















ALI... Zobeyda...aun continua llorando, de dolor y de rabia... pero tiene muñecas y muchachos

hij@s de Zobeyda que siguen jugando con ella y mas que jugando poniendo el pecho ante la barbarie

Zobeyda, la que sigue queriendo a Simon y a Manuelita, como lo canto ali.

Zobeida la que juro devolverle a la Patria a todos los hijos que le mataron en cantaura

Ali... lamentablemente, esos que aun dicen que Zobeida esta loca, son los que estan en los diversos y diferentes niveles de gobierno o de desgobierno y han secuestrado la esperanza de un pueblo que se niega a morir y que acompaña esta propuesta politica que se demora en nacer con tanto tropiezo.

Afortunadamente todas las muñecas de Zobeida son soldados del amor y de la vida

Siguen siendo guerrilleros, pero ya no centroamericanos. Son guerrilleros

latinoamericanos, que despertaron a la historia dormida para no irse mas nunca

¿Que diria el cantor del pueblo de esta accion burro cratica?

Es verdad, aunque no salgan en los medios comerciales y tampoco por el sistema nacional de medios publicos, existen y seguiremos no solo existiendo, sino resistiendo y abriendo caminos para los que vienen y tomaran no solo el fusil de las palabras, tambien el pincel, el hilo, la aguja, la arcilla... sus manos, sus sueños, sus esperanzas.



Zobeyda “La Muñequera” quien ayudó a parir la Revolución Bolivariana despedida por la Misión Cultura

Si la Misión Cultura estuviera sustentada por bases filosóficas firmes y contundentes, Zobeyda Jiménez “La Muñequera” sería uno de sus pilares. Contradicciones de esta bajura a doce años de la Revolución Bolivariana son inadmisibles. Por qué surge la crítica. Por una carta de fecha 26 de diciembre de 2010 firmada por la ciudadana Karen López A, Coordinadora de Recursos Humanos, que envía la licenciada Hindu Anderi a nuestros correos donde se aprecia el despido expreso de Zobeyda Candelaria Jiménez, CI: V-3.059.076 de la Misión Cultura reiterándole además, que su contrato no será renovado. ¿Sabría la funcionaria que Zobeyda es Premio Nacional de Cultura (2006), Patrimonio Nacional Viviente y su Casa de Muñecas, un museo declarado por la UNESCO o sería una de esas órdenes viscerales con las que vetan a los cultores populares?

Para decirlo en términos más claros, el Ministerio del Poder Popular para la Cultura no tiene la estatura moral para abrogarse la facultad de despedir a Zobeyda “La Muñequera” porque antes que este existiera, ya Zobeyda era una institución, más que un ministerio, una biblioteca de sabiduría popular, una luchadora social quien con sus manos ha forjado una imaginería tangible de ternura junto a Alí Primera, “El Gordo” Páez, Florencio Rojas, Luis Marino Rivera, Otilio Galíndez, Aquiles y Aníbal Nazoa, José Humbero Castillo “El caimán de Sanare”, Orlando Paredes, “Agua Salá” y tantos otros, para levantar este sueño que unos cuantos se encargan a diario de ensuciar por su accionar mezquino y administrativamente mediocre.

El desconocimiento de un personaje como Zobeyda Jiménez “La Muñequera”, sobre todo de parte del ente que regenta las políticas del estado en materia cultural, habla de los desatinos y desaguisados en los que este incurre, el cual junto a otros, ha recurrido en ocasiones a la cultura del espectáculo con “lucecitas montadas para escena”, desatendiendo los llamados de atención y alerta en el contexto de la guerra de cuarta generación, donde los medios de comunicación y su simbología inoculan en nuestra cosmovisión, la estupidez, hasta implantarla como cotidianidad.

En sintonía con la insensatez, la mayoría psuvista de la AN acaba de nombrar a Miguel Ángel Rodríguez como presidente de la Comisión Permanente de Cultura de nuestro parlamento. Así es como premian el desconocimiento y la ignorancia, así es como se desprecia la médula espinal de todo entramado social. La guerra simbólica es una juego, no es nada serio. Por eso tardaremos en ganarla. No hay políticas de estado para construir una simbología revolucionaria bolivariana. Asumámoslo responsablemente. De todas formas, este país no tiene con qué ni cómo pagarte lo que has hecho por él Zobeyda. Sólo la "patria buena" lo sabe y lo hará.

No hagas más muñecas Zobeyda, que nuestras empresas básicas sigan comprando “Barbies” como juguetes para nuestros niños y deja que nuestras televisoras privadas los y nos eduquen, no apuestes a la esperanza porque “esta verga se jodió”. Ríndete. Deja que tus manos se entumezcan y contribuyan al silencio cómplice de la inacción de la conciencia. La historia te absolverá. Porque como decía Alí Primera al final de la canción que te dedicó “Algunos dicen de Zobeyda que está loca… Pero qué hermosa la locura de Zobeyda. Cuando nos vió amando a la patria, construyó una muñeca que se llama Patria, para amar nuestra locura". Los equivocados somos nosotros Zobeyda. Los vetados somos nosotros, por luchar patriota y pacíficamente con nuestros talentos contra el gran monstruo de la alienación. Ellos están en lo correcto. En lo correctamente erróneo. ¡Vivan Zobeyda y sus muñecas! ¡Viva su revolución de ternura y paz! Un beso.