El día de ayer Lunes 22 de Octubre de 2.012 varios colectivos de Caracas y medios
alternativos y comunitarios, se congregaron en la sede del Ministerio de Pueblos
Indígenas (MINPI) para solicitar ser atendidos por la nueva ministra Aloha
Nuñez, y exigir posición del ministerio que asumió recientemente, ante los
recientes hechos ocurridos en la Sierra de Perijá y en el que resultaron dos
mujeres yukpa heridas de bala.
El reclamo de las y los participantes a la nueva ministra se
orientaba a exigir en su nuevo rol, (aun cuando viene de ser vice ministra de
la gestión de Nicia Maldonado) un cambio en la conducción de la política
indígena, especialmente lo relacionado con la autodemarcación y el pago de las
bienhechurias, puesto que la mora de esta deuda con las comunidades indígenas
del país, especialmente con el pueblo yukpa, ha ocasionado conflictos
sangrientos, no sólo con ganaderos, parceleros y sus sicarios con apoyo de un
sector del ejercito, sino lo mas lamentable, entre el propio pueblo yukpa,
en buena parte estimulado por la imposición de una política de división y
enfrentamiento por parte del Minpi en la zona.
Esta visita al Minpi corroboró lo que ya se ha estado
evidenciando de la política de este ministerio: una política orientada a
imponer un cambio de la cosmovisión yukpa y en general de los pueblos
originarios del país, en primer lugar, generando estructuras de organización
distintas a las propias de estos pueblos y comunidades, tal es el caso de los
consejos comunales, que violenta la organización propias de estos pueblos, y
que irrespeta e incumple el principio constitucional de la diversidad: nos
asumimos pueblos multiétnicos y pluriculturales, y por lo tanto debemos asumir
los usos y costumbres de nuestros pueblos, especialmente los pueblos
originarios.
Otra imposición ha sido, en el caso del pueblo yukpa, la
designación de Caciques Mayores, con los cuales se constituye una casta yukpa,
distinta a la de su práctica social, pero además una casta de la burocracia,
pues son funcionarios del ministerio, elegidos en enrarecidas y turbias
asambleas, de las cuales se tienen varias denuncias.
Estos caciques mayores, estaban ayer en Minpi, y se
encuentran en Caracas desde la semana pasada, traídos por el propio
ministerio, según ellos para denunciar los problemas que ocurren con los
territorios, denuncias por demás desconocidas por el país, pues han sido
silenciadas por el Sistema Nacional de Medios Públicos, y distorsionadas a
favor de los ganaderos por el sistema de medios privados, silencio que ha
venido siendo reclamo reiterado de los colectivos y movimientos sociales,
especialmente desde el año 2005, fecha de la gran marcha indígena en Caracas
contra la explotación del carbón, y mas recientemente frente a los hechos en la
ocupación de la hacienda Medellín el día martes 18 de octubre de este año.
El personal del ministerio luego de una serie de maltratos
contra los colectivos presentes, cedieron a la solicitud de reunión con la
ministra, y permitieron el ingreso del grupo a la sala de reuniones del Minpi,
a la espera de una respuesta de la solicitud de reunión. En esta sala también
se encontraban los caciques mayores.
Así como el recibimiento por parte del personal del
ministerio, fue interrogar a los colectivos, porque vienen a protestar por los
derechos del pueblo yukpa si no son yukpa, así mismo fue el recibimiento de los
caciques mayores, quienes con mucha indignación y rechazo, reclamaban nuestra
presencia allí pues no somos yukpa. Este señalamiento encendió los ánimos ya
alterados de los colectivos, pues es el mismo planteamiento que se tuvo que
vencer en la entrada: porque reclamamos por los yukpa sino somos yukpa.
Este hecho es una muestra mas, del triunfo del ministerio en
su política de división; no podemos apoyar ninguna causa sino somos parte
interesada por esa causa; y valdría preguntarse ¿que diría el Ché Guevara?,
quien expresaba:
“Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo,
cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo.
Es la cualidad más linda del revolucionario.”
Que tensión y que confusión la que se sentía ayer desde
nuestra llegada, por parte de los funcionarios y funcionarias, y lo mas triste;
por parte de los caciques yukpa.
Daba dolor escuchar los improperios contra el cacique Sabino
Romero, acusándolo de asesino, cuando la justicia criolla y la justicia yukpa
determinaron su inocencia ante los hechos ocurridos el 13 de octubre de 2009.
Incluso uno de los caciques rompió con furia, un cartel con la foto de Sabino.
Lo que mas dolor e indignación causaba, era que principalmente estas
acusaciones eran hechas por caciques que estuvieron en el juicio yukpa, y
vieron como Olegario Romero y su hermano confesaban que dispararon, mientras se
demostraba que Sabino no disparo, y por el contrario yacía herido en la
balacera donde recibió dos disparos por la espalda.
Estos caciques mayores, figura creada por el Minpi,
lamentaban las acciones de Sabino por la recuperación de tierras, pues les
“avergonzaba” con los ganaderos: “que pena con los ganaderos” decían…
¡Que dolor!
Que pena con el conquistador,
que pena con el latifundista,
que pena con el sicario,
que pena con los asesinos de indios,
que pena con el que me somete y me humilla,
que pena con el que me despoja de mis tierras ancestrales,
que pena con el que mata mi familia,
que pena con el que viola mis mujeres y mis niñas,
¡Que pena!…
Palabras mas, palabras menos, esto no es mas que la
conquista del alma indígena, del alma guerrera caribe, que ahora mansa se
avergüenza frente al usurpador, traficante y ladrón de su vida, y su
cosmovisión. Y todo ello aupado por quienes dicen conducir las políticas indígenas
del gobierno que promueve el respeto a la diversidad, y asume el desarrollo de
un programa multiétnico y pluricultural. Sabino representa todo lo que les
avergüenza a los caciques mayores y al Minpi, por eso lo silencian, tratan de
ocultar su lucha, su alma guerrera, su rebeldía… Pero no podrán, no mientras
haya quien se indigne por la injusticia en cualquier parte del mundo.
¡Yukpa somos todos y todas!
¡Sabino somos todos y todas!
¡Indigenas somos todos y todas!
¡Orgullosos de nuestro acervo indígena y afrodescendientes!
¡Somos multicolor!