Sociedad Homo et
Natura
Los militares en
un entente con los ganaderos y los caciques mayores (controlados por GADEMA) le
dieron un golpe de estado a Chávez en el Fuerte MACOA, pretendieron tomar la
justicia en sus manos y por cuenta propia decidieron en la frontera con
Colombia salir en la noche de ayer miércoles 17 a matar a Sabino y a buscarle
las 200 reses robadas que nunca ese señor Vargas a tenido en su vida, es más,
si las tuvieses no le cabrían en su minúscula y destartalada hacienda, que sólo
tiene nombre: “Medellín”. Cinco veces ha sido ocupada por los Yukpa porque está
abandonada y nunca ha tenido lo que hoy dice habérsele perdido, sólo lo hace
para aumentar el drama en su ejercicio de manipulación mediática a ver si le
paga el INTI la indemnización exigida. Pues para eso tienen allí un pana, una
ficha.
Todo fue un
montaje para que no saliera la verdad de los hechos, fueron los ganaderos luego
y los militares los que les dispararon a los Yukpa antes de llegar la total
oscuridad donde los Yukpa tenían todas las de ganar.
La violencia
sicario/ganadero frente a guardias y efectivos del ejército como en Koropo o en
Toromo no se inició en pleno día cuando llegaron los hacendados en su
camionetotas repletos de sicarios, el Ejército y la Guardia Nacional
Bolivariana gracia a la injerencia mediadora de Zenaida, Leticia y otras
mujeres. Los mantuvieron a raya desde casi las nueve de la mañana hasta las
cinco y pico de la tarde cuando ya desesperados antes que llegase la oscuridad
comenzaron a disparar para desalojarlos, por eso los primeros tiros fueron
contra ellas, pretendieron matarle a Sabino a su hija, la niña Zenaida, que
hace unos días atrás regresaba de las Naciones Unidas en Nueva York de defender
su territorio y la vida de su padre y hermanos y la de su pueblo, pasando por
Washington para asistir a reuniones importantes sobre los derechos de las
mujeres.
¡Carajo! VIVA la
Guerrera Mujer Yukpa, descendientes de Guaicaipuro y los Kirikiri defensores
del Lago de Maracaibo, los amigos de Nigale.
En la noche de
ayer sufrieron una enorme decepción un grupo de ganaderos que esperaron en
Machiques el regreso del convoy del Ejército lleno hasta el ojo de soldados y
jefes militares que trajeran vivo o muerto a Sabino de la Sierra de Perijá y
como siempre el perro guía de la jauría era uno de los Caciques Mayores que
nombró Nicia Maldonado en aquellos tiempos grises de ministra. Fueron a
matarlo, así como los sicarios de los ganaderos asesinaron a Alexander y a sus
hermanos los hijos de Carmen (Anita). Pero se quedaron con los crespos hechos
ya que desde el más alto mando militar le tumbaron el complot montado, era una
guarimba ganadera/militar fronteriza para matar en tiempos de elecciones al
símbolo de la resistencia indígena de Venezuela. No hay ninguna prueba que no
pueda rebatirse en un juicio, que determine que Sabino se robó las 200 vacas
fantasmas del señor Vargas, y sus sofisticadas máquinas y aparatos vacunos, ni
mucho menos haber dirigido la quinta ocupación de la pobre Medellín. Esto de
llevar de nuevo a Sabino a un juicio o asesinarlo en tiempo de elecciones, sólo
se le ocurre a un desconocedor de la zona y de los nidos de serpientes
guarimberas que les tienen los opositores ganaderos al Gobierno. Se les cayó a
los ganaderos/militares el complot, el golpe de Estado. Hasta Pablo Pérez salió
sin prueba alguna asegurando que Sabino era culpable. De inmediato el Gobierno
Nacional debe abrir una averiguación dentro del Fuerte MACOA.
Fue en la reunión
con los ganaderos y los caciques mayores realizada el martes 16 en el Fuerte
MACOA cuando el Presidente del Instituto Nacional de Tierras (INTI), General de
la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Luis Motta Domínguez propuso para
ganarse el “amor” de sus ganaderos detener a Sabino, y ayer el General Salcedo
como muy bien lo anunció en el noticiero del mediodía de la emisora Fe y
Alegría (Machiques) que se iba a detener a Sabino, y nombró al profesor Lusbi
Portillo calificándolo de agitador. Hoy sale en la prensa regional dirigida por
la canalla opositora, la supuesta orden de captura emanada del Ministerio del
Poder Popular de Relaciones de Interior y Justicia.
El Gobierno
Nacional ha prometido un diálogo con el gran cacique Sabino y la gente del Yaza
para recoger tanta agua regada por la violencia estructural de Machiques, en
especial del Yaza, que se revivió con la matanza de los Yukpa en Kasmera cuando
Caldera donde murió Vicentico Ramos, la esposa del Cacique Miguel de Kampa, la
mamá de Antonio el enfermero de Kasmera, entre otros. El olvido, el maltrato
gubernamental y ganadero, el hambre, las enfermedades, los niños muertos han
curtido la piel de los indios Yukpa Parirí y de los Wasameros, que hoy siguen
bajando para ocupar sus tierras planas.
El Presidente y
su grupo de mayor confianza debe leer políticamente esta situación desde la
consciencia histórica que lo caracteriza, es clave no permitir que la derecha
ganadera y gubernamental de la región zuliana haga de la lucha del pueblo Yukpa
un espejismo para confundir el escenario y desviar la reivindicación de los
pueblos indígenas consagrados en la Constitución de 1999, con el apoyo de un
sector local de las Fuerzas Armadas Bolivarianas que han funcionado siempre al
servicio de los ganaderos de la zona, con esto hay que tener cuidado, el poder
económico del sector ganadero de Machiques es quien controla las autoridades de
Estado tirando al traste el carácter revolucionario del proyecto político
socialista, no podemos entramparnos en hacer lecturas generales, debemos mirar
con lupa, detallar las relaciones de poder en un territorio de altísima
complejidad. Y aprender a escuchar a quien nunca se ha escuchado.
Sabinos Son
Todos. Sabino no es Sabino, Sabino son todos los Yukpa. Sabino son los
luchadores sociales caraqueños de Mérida, Trujillo. Los indígenas rebeldes de
Amazona, Ciudad Bolívar, del Delta, de Apure… Sabino habla con todos. Sabino es
el imaginario colectivo del venezolano, es el Guaicaipuro hecho carne, ¡que peo
este! me dice el amigo Roland Denis.