Sociedad Homo et Natura
El Estado gobierno
debe iniciar una real investigación a fondo para determinar quién mató a los
dos jóvenes Yukpa dentro de su territorio, y qué sector violento emitió la
orden de asesinarlos. Además, debe aclarar por qué el MINPI se aferra en
desviar la voluntad política del Gobierno y entaparar los hechos (cangrejo
policial) criminalizando a Sabino, a los jóvenes Yukpa y a la Sociedad Homo et
Natura.
Nuestras
investigaciones realizadas hasta ahora muestran opiniones divididas, un sector
asegura que fueron efectivos del Ejército, otro en cambio dice que se trata de
guerrilleros colombianos y otro sector que fueron sicarios colombianos. Los
tres sectores mencionados aseveran que los ganaderos de la zona gestionaron o
pagaron dichas acciones criminales. Y esto lo afirmamos no porque, como dice
algunos sectores de la oposición, somos cómplices o complacientes con el
Gobierno rojo rojito, ni somos escuálidos de la oposición o narcotraficantes,
como dicen los funcionarios del MINPI y uno que otro chavista trasnochado, al contrario,
decimos esto porque tratamos de buscar la verdad de los hechos desde una
práctica revolucionaria y consecuente en el discurso político sean quienes sean
los culpables, sean de derecha o de izquierda, aunque ya estos conceptos muy
poco sirven hoy para hacer análisis político en Venezuela, dado que ante los
conflictos de fondo la ética parece ponerse en remojo sin importar la ideología
profesada, mucho menos en Machiques sometido a la mega presión del Plan
Colombia, municipio carcomido por una guerra de cuarta generación. Todos los
males están instalados en esta zona tan cerca de Colombia y tan olvidada por el
Gobierno Nacional de Caracas.
No es el
imperialismo directamente quien opera, se está claro, pero sí la derecha
ganadera, siendo los actores intelectuales (aunque algunos de ellos puedan ser
del PSUV o de Primero Justicia) según lo que hasta ahora se vislumbra, por esto
la necesidad de que sea el Estado gobierno cumpliendo con sus funciones
constitucionales quien ordene la investigación de los hechos. Y esto no puede
hacer enojar al Ministerio del Poder Popular de los Pueblos Indígenas (MINPI),
en su deber. Al contrario debería sumarse a la propuesta de los movimientos
sociales, que dicho sea de paso, fuimos los que denunciamos primero este y otros
crímenes cometidos contra los Yukpa (Darío Segundo García Fernández, el
19/12/11 en el parcelamiento las Flores) y de encargados de haciendas por
encapuchados (Andrés Manuel Ferrer, el 03/12/11, en la hacienda la Cordillera
de José Domingo Márquez). Estos dos asesinatos y dos heridos de apellidos
Fernández Fernández han quedado en el olvido, al presunto parcelero asesino le
gestionó su libertad el abogado Alfonso Chacín, Consultor Jurídico de GADEMA,
bajo el silencio cómplice del MINPI; así mismo dicho silencio ministerial se
aplicó con los cinco heridos Yukpa en agosto del año pasado en la hacienda El
Rincón, hoy custodiada por militares, al igual que la hacienda El Capitán en el
sector Toromo. No queremos que esta misma conducta ministerial se termine de
montar con el asesinato de los jóvenes Wilfrido Romero de Shuata/Toromo y
Lorenzo Romero de Kasmera ocurrido el lunes 16 del presente mes.
La ministra
Maldonado utiliza a sus segundones funcionarios caciques mayores, en espacial a
Pérez e Iknopa para echarle tierra a estos hechos abominables, y terminar de
ocultar que por culpa del MINPI y la Vicepresidencia continúan pasando hechos
como estos, por ello que, de inmediato, debe iniciarse el pago de las
bienhechurías de todas las haciendas y parcelas señaladas por las comunidades y
sus 160 Caciques Yukpa a través de un cronograma de pago, y eliminar del título
(y del de los Barí) los derechos de terceros y mineros. Este es el problema de
fondo: la tenencia de la tierra, no es Sabino. Ni mucho menos la ONG Sociedad
Homo et Natura. En un gobierno revolucionario es una contradicción estructural
criminalizar sistemáticamente a los luchadores sociales, pareciera ser una
estrategia mayor cuyo objetivo central no está del todo claro, hemos acompañado
esta lucha desde hace 27 años y lo seguiremos haciendo a pesar de agentes
ministeriales que ante el rol histórico que le corresponde cumplir dejan mucho
que decir si se les mira con una óptica revolucionaria y transformadora.