sábado, 20 de junio de 2009
Construyamos en Táchira un poder dual para acabar con el gobierno paramilitar de Cesar Pérez Vivas
Socialismo y capitalismo, dos concepciones distintas del mundo, en el primero se promueve la solidaridad, el trabajo colectivo, la unidad, la participación, la abolición de la esclavitud del hombre por el hombre, en fin los más altos valores morales del ser humano, en cambio el capitalismo se fundamenta en el individualismo, la acumulación, el engaño, la representación, la violencia, la especulación y demás anti-valores propios de una sociedad dividida en dos clases: amos y esclavos.
Es un hecho histórico comprobado que la burguesía ha mantenido de rodillas a los pueblo del mundo, en Venezuela desde la llegada del camarada Hugo Chávez hemos podido iniciar un proceso de liberación, pero ello implica necesariamente la utilización de modos y métodos de dirección revolucionarios, motorizado por un intelectual colectivo capaz de unirse y desarrollar planes y acciones para lograr los objetivos en función del bien común, entre revolucionarios no tiene cabida que lo individual este por encima de las necesidades colectivas.
Es tarea diaria de quienes apoyamos al proceso bolivariano mantenernos permanentemente en la investigación constante del conocimiento liberador socialista, sin embargo, muchas veces nuestros procederes responden a la estructura de pensamiento inculcado por la burguesía y su lógica capitalista, siendo este nuestro principal enemigo a vencer, individualmente somos presa fácil del pensamiento pequeño burgués, el cual nos conducen a terribles derrotas colectivas entorpeciendo significativamente el avance de la revolución.
Tomemos como ejemplo el resultado electoral del 23 de noviembre de 2008 en el estado Táchira, con humildad autocrítica debemos reconocer que las fuerzas revolucionarias en conjunto, no fuimos capaces de trabajar unidos y en una misma dirección para garantizar el triunfo de la revolución en este importante estado fronterizo, nuestros errores fueron lo que hicieron posible que un lacayo pro-imperialista como Cesar Pérez Vivas se apoderara de la gobernación del estado andino.
Si evaluamos los acontecimientos ocurridos en el Táchira desde la campaña hasta el presente, podemos visualizar las evidencias del gran costo político infringido a la revolución bolivariana por dejar ganar a la oposición en ese Estado, se observa como la ultra derecha está ampliando su espectro de acción, se puede reconocer una coalición fascista trabajando unida, la cual a su vez ha logrado desarrollar un gigantesco aparato económico, teniendo como principal fuente de ingreso el narcotráfico, a ello se le suma una amplia red paramilitar cuyas acciones terroristas tienen en jaque a la población, asesinatos, robo, extorción, son parte de una larga lista de hechos cometidos a diario por grupos mercenarios, estas bandas violentas operan bajo la mirada cómplice de las autoridades regionales (no podemos descartar vínculos con la derecha endógena regional y nacional), los constantes viajes de Cesar Pérez Vivas a Colombia demuestran como sus vínculos cada día se estrechan mas con la narcopolítica y el narcoparamilitarismo colombiano.
La oposición viene configurando un peligroso andamiaje terrorista en nuestro territorio, el cual cada día está más activo, los gobernadores de Táchira, Zulia, Carabobo, Nueva Esparta y Miranda, vienen trabajando con orientación extranjera para crear una crisis institucional que facilite tomar el poder a la derecha más reaccionaria en Venezuela, este hecho nos coloca en una coyuntura histórica difícil, pero interesante, incluso podríamos decir que brinda la oportunidad para fortalecer y desarrollar un plan para acometer una ofensiva popular revolucionaria que nos lleve a construir en estas entidades UN PODER DUAL.
El PODER DUAL del que hacemos referencia fungirían como GOBIERNOS DE RESISTENCIA REGIONALES, los cuales reducirían las influencias negativas de estas gobernaciones, creando así las condiciones necesarias para fortalecer y brindar un protagonismo real a las organizaciones autónomas de masa (consejos comunales, de trabajadores, estudiantiles, campesinos y las milicias populares) de esta manera se generaría un poder local, de carácter eminentemente popular, donde se planificaría y ejecutaría las tareas de administración local abaladas por múltiples asambleas populares.
Cualquier gobierno de resistencia regional debe estar supeditado al proyecto nación de la revolución bolivariana liderada por el camarada presidente Hugo Chávez, ello implica la necesidad de aplicar una metodología que active los canales de comunicación inter-grupal, coordinado por un organismo que sirva de correaje para vincular la acción regional con la nacional, a nuestro entender en el caso Táchira, CORPOANDES tiene las características necesarias para cumplir este papel, donde funcione una dirección colectiva compuesta por revolucionarios que tengas bien clara la misión a cumplir, la cual es enfrentar a la derecha reaccionaria que hasta ahora gobierna regionalmente en el Estado desde todos los frentes, incluido el ideológico y el militar (milicias populares), no solo para derrotar a la oposición apátrida sino para borrar del mapa político lo que ellos representan.
La conspiración está trabajando, debemos estar ALERTAS, demostremos que somos capaces de trabajar juntos, sin sectarismo no basta con preocuparnos es necesario ocuparnos, solo unidos y movilizados lograremos derrotar al imperio y sus lacayos.
Por: Hipólito Abreu
Colectivo: TUPAMARO