Natali Vásquez
Ruptura Venezuela
Desgastarnos en dirimir la actual crisis a la que hoy nos enfrentamos, en cual cuadro tiene más o menos derecho de ocupar los palacio de gobierno, es caer en la trampa de quienes pretenden distraernos de la realidad, es no entender el momento histórico de profunda crisis política, económica y moral que nos acecha.
Modificar la actual realidad política no pasa por el simple cambio de unos hombres por otros o por el reacomodo de la vieja clase política explotadora que junto la nueva elite paraestatal de los últimos años concilian para desde el reparto del poder, confiscar la soberanía nacional y popular, para en nombre de ésta servir a otros intereses contrarios a la patria y al pueblo.
Es fundamental dar la lectura correcta al momento actual, es comenzar a enfrentar a quienes en defensa de sus privilegios manipulan, solo para conservar el poder político como instrumento de fuerza al servicio de sus intereses. Estamos llamados a buscar un viraje histórico a toda esta realidad que conlleve a liberarnos como pueblo y vencer.
Son tiempos de crisis y también de definiciones, de cómo enfrentemos las desviaciones depende el apoyo popular y la concreción del sueño libertario, necesario es ir alertando la conciliación y la concesiones que se vienen dando con los sectores reaccionarios y contrarrevolucionarios a espalda y en contra de nuestro pueblo, pareciera que estamos a las puertas de un nuevo Pacto de Punto Fijo o un nuevo pacto de gobernabilidad, que les permita a ellos la paz social necesaria para evitar cualquier acción insurgente del pueblo.
Desenmascarar y enfrentar esta dura realidad tiene sus riesgos, siempre el camino por la libertad ha tenido sus sacrificio, pero como decía Argimiro “cuando hay que hacer algo, porque se tienen razones para hacerlo, cada vez que se fracasa en un ensayo o intento, hay que comenzar de nuevo“.
Debemos rechazar que se pretenda perseguir y criminalizar las voces disidentes esa que se atreve a alertar las desviaciones, hay miedo a escuchar los clamores del pueblo, todos aquellos que se atreven a denunciar son inmediatamente descalificados y pasados a una especie de tribunal inquisidor mediatizado.
Debemos ir a un debate real y a la búsqueda de la acción creadora del pueblo que conlleve a los hechos constituyentes originarios que dé paso a un nuevo renacer, respetando la diversidad del pensamiento, el debate de las ideas, la confrontación ideológica, y la postura decidida de asumir sin miedo los cambios de fondo necesarios para recuperar nuestra soberanía nacional, recobrar el control de nuestros recursos y riquezas hoy más que nunca entregados al capital transnacional, necesitamos un cambio para liberarnos de la miseria, la ignorancia y la explotación, para que los derechos fundamentales y humanos consagrados como mandato constitucional no quede en letra muerta.
Estamos llamados a no dejarnos llevar por la falsa confrontación que desde arriba nos distrae y nos divide, debemos ir preparando la resistencia junto a nuestro pueblo que jamás ha claudicado pese a las falsas esperanzas de quienes se disputan el poder de sus fríos y muertos palacios. Tomemos de nuestra gente su sabiduría; acariciemos sus sueños y sus angustias que son también las nuestras, construyamos con canto, con poesía, con nuestra cultura, religiosidad y espiritualidad el camino de la independencia, esa que fue regada con sangre de libertadores, de resistencia indígena, de rebelión de esclavos y de sueños emancipados.
Hora de tomar la vanguardia de las luchas venideras y que el amor sea el sentimiento que guíe la rebeldía necesaria.
Natali Vásquez
@maraisas
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