De acuerdo con lo pactado en la reunión entre Zelaya y la Secretaria de Estado yanqui, Hillary Clinton, se realizará una reunión entre el jefe golpista, Roberto Micheletti, y Manuel Zelaya en la casa del presidente costarricense Oscar Arias. En la reunión, a realizarse este jueves, se negociará un acuerdo político para normalizar la situación en Honduras, y aplacar la rebelión popular que estremece el régimen burgués de ese país luego del golpe de Estado.
"Ambas partes me han invitado a ser un facilitador para sentarse a negociar", dijo Arias, que adelantó que Zelaya llegará a Costa Rica el miércoles en la noche y Micheletti el jueves por la mañana.
Arias, reconoció haber conversado sobre esta reunión con la jefa de la diplomacia yanqui, Hillary Clinton. Obama parece haber logrado su objetivo de forzar una negociación en la que los golpistas tengan una posición de fuerza, al situar el escenario en Costa Rica. Este país, gobernado por la derecha, fue el lugar escogido por los golpistas para expatriar al presidente Zelaya; adicionalmente, el gobierno costarricense se ha pronunciado en contra de sanciones económicas de los países centroamericanos contra el gobierno gorila. Según el gobierno costarricense, esto perjudicaría "el libre comercio", eufemismo para referirse a los intereses de la burguesía centroamericana, y para defender a los gorilas hondureños.
Manuel Zelaya explicó su acuerdo con que Arias sea mediador. "He aceptado porque Oscar Arias es ahora el presidente protémpore del Sistema de la Integración Centroamericana, es un premio Nobel y presidente de una hermana república como es Costa Rica", dijo Zelaya. Zelaya ha expresado repetidas veces que su objetivo es regresar a Honduras a calmar la situación, y ha dicho estar dispuesto a claudicar ante los golpistas en su exigencia de que se abandonde la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
"La presencia de Oscar Arias Sánchez es también una garantía para que la democracia no vuelva a tener este tipo de zaparzos", agregó Zelaya. Arias contribuyó a la pacificación de la revolución centroamericana en los años 80, lo que le valió el premio Nobel de la Paz en 1987. Como presidente, siendo un furibundo neoliberal, ha llevado a su país al despeñadero de un TLC con los EEUU.
Hillary Clinton ha tenido un rol que revela que la negociación es patrocinada por el imperialismo. "Los que buscan una solución en Honduras necesitan un mediador, y nosotros apoyamos al presidente Arias de Costa Rica", dijo Clinton, al término de una reunión con Zelaya en Washington.
Por su parte, Micheletti había informado antes en una radio local que le había pedido a Arias que fuera el mediador en esta enconada crisis.
"Estamos abiertos al diálogo", aseguró Micheletti, que tras la suspensión de Honduras de la carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y una incontrolable rebelión popular, ha renunciado al discurso insolente de su primera semana a la cabeza del gobierno de facto.
Sin embargo, Micheletti subrayó que negociar no significa que las nuevas autoridades hondureñas vayan a permitir el regreso de Zelaya al poder.
"De ninguna manera, él cometió delitos, tiene que pagar", dijo Micheletti. Sin embargo, un vocero de la Corte Suprema de Justicia dijo que el Congreso, controlado por los golpistas, estaría facultado para otorgar amnistía a Zelaya, y "a las demás partes", en referencia a los propios golpistas. De esta manera quedaría sellada la impunidad, y los golpistas retendrían el poder a través de su control de las Fuerzas Armadas, el Congreso, la Fiscalía, y la Corte Suprema de Justicia.
El derrocado presidente había tratado el domingo de regresar a Tegucigalpa, pero tuvo que desistir después de que el régimen de facto bloqueara la pista del aeropuerto con vehículos militares y lo obligara a desviarse a Managua.
Por: AFP/Laclase.info
