(RUPTURA-PRENSA) A 18 años de la insurrección cívico-militar-religiosa, del 27 de noviembre de 1992, el General Francisco Visconti se plantea la necesidad de nacionalizar el pensamiento revolucionario, por la sencilla razón que el socialismo no tiene nada que ver con la realidad latinoamericana y muy particularmente la venezolana. “Mientras sigamos copiando modelos de afuera, nos seguiremos equivocando, ya que ni el socialismo, ni el capitalismo fueron capaces de darle solución a nuestros problemas sociales, económicos y políticos, esto esta más que demostrado”, tales afirmaciones se desprenden de la entrevista que le concediera al periodista Enrique Contreras, en su programa de televisión “Comentando la Noticia”.
El general Visconti planteo que la revolución venezolana no se inicia ni el 4F ni el 27N del 92, esas fechas son parte del proceso revolucionario que se encuentra sin culminar, pues la misma comienza en la propia guerra de independencia, cuando Bolívar incorpora a los sectores más empobrecidos de aquella época en la lucha por la emancipación.
Al ser interrogado por el periodista Contreras, si hoy tenia vigencia nuevamente la insurrección cívico-militar-religiosa, respondió enfáticamente que sí, pero había que superarla porque el 27N, se cometieron muchos errores, que después con el transcurrir de los años hemos pulsado con gran precisión, con la madurez que nos dan los años.
En sus reflexiones en la mencionada entrevista, que duro 5 horas y que fue trasmitida por el canal de TV, durante la semana, indico que era necesario la búsqueda de un camino alternativo distinto a los modelos euro centristas que hemos conocido hasta ahora y que él al igual que muchos venezolanos y latinoamericanos anda en la búsqueda de un tercer camino, que sea alternativo y que logra plasmar el ideal bolivariano, en ese encuentro con la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de estabilidad social y la mayor suma de estabilidad política.
SE PRESERVO LA VIDA DE LOS COMPAÑEROS DEL 4F
En el libro “Voces de una Asonada” el General (AV), Francisco Visconti, Jefe de la Insurrección Cívico-Militar del 27 de noviembre, plantea en el prólogo que le hace al libro, que “ese histórico día la juventud patriótica y militar venezolana estuvo dignamente representada en el aire por los pilotos de combate de nuestra institución aérea, quienes a la par de sus aguerridos y valientes hermanos de la Policía Aérea y de la Defensa Aérea, en tierra, lo dieron todo por la patria, hasta llegar al límite de la entrega de sus propias vidas.”
El General Visconti, indica que para el levantamiento militar del 4f, es necesario destacar y “dejar sentado que la heroica actuación de la Fuerza Aérea, como aporte al proceso revolucionario bolivariano no solamente se dio el 27 N, sino que también durante la insurgencia militar del 4f, en el seno de la Aviación Militar, fue necesario tomar las decisiones y ejecutar las acciones que coadyuvaron definitivamente en la preservación de la vida de muchos de los compatriotas que se revelaron en aquella ocasión, muy particularmente la vida de quienes lideraron esa insurrección militar”. De igual manera se plantea en el prólogo, del libro citado, que el 27 N se ha tratado de ignorar y “ no ha sido analizado, estudiado ni registrado con suficiente interés, atención y profundidad; sin el 27N no hubiese sido sometido a juicio y finalmente removido de la Presidencia de la República el ciudadano Carlos Andrés Pérez, ni consolidada la opinión y la voluntad nacional por el cambio y la transformación político-social de nuestro país tampoco habríamos logrado una matriz de opinión, favorable al proceso de cambio venezolano a nivel internacional u obtenido los sobreseimientos de las causas de los compatriotas combatientes del 4f que se encontraban presos(…).
UNA NACIÓN SIN IDENTIDAD
A 28 años del 27N, el general Francisco Visconti se plantea una serie de reflexiones, expuestas en una oportunidad en un Pleno Nacional del PRV-Tercer Camino, en condición de invitado, celebrado en febrero de este año en la ciudad de Mérida, donde destaco lo siguiente: “Una nación sin identidad y sin formación social y política propia, está destinada permanentemente a imitar y copiar lo que se dice y se hace en las realidades de otras latitudes, las realidades de otros países diferentes al propio, y a jugar el triste papel de peón, en el tablero del ajedrez que se juega en el concierto de las naciones, donde serán entonces otros, quienes definan las estrategias a seguir, en función de los intereses de ellos, es decir, en función de los intereses de esas otras naciones.
Los venezolanos padecemos y sufrimos un grave problema de identidad, no tenemos bien definidas ni arraigadas las características de nuestra identidad; y esa situación nos ha impedido concebir y ejecutar un programa de formación social y política propio que, tomando en cuenta las realidades físicas, culturales y espirituales de nuestro medio, nos permita transitar por los caminos que debemos seguir para lograr en colectivo, el disfrute de una vida pacífica, armoniosa y virtuosa en la que todos podamos auto realizarnos y satisfacer nuestras necesidades materiales, culturales y espirituales”.
