Humildemente antes que nada pido disculpas por mi intención
de hacer un sencillo análisis de algunas señales que preocupan de la dirección
que lleva el proceso bolivariano.
No es fácil querer hacer un balance de la política
bolivariana en los actuales momentos, pues efectivamente el proceso bolivariano
está lleno de desviaciones, entuertos, reveses, pero no es estático, por el
contrario podremos decir lo que sea, pero lo cierto es que es un proceso
absolutamente dinámico, y que debemos estar pendiente de no perder de vista el
objetivo revolucionario, porque entre tanta “distracción” la cosa se va por
donde no es, como parece estar pasando desde hace tiempo… duele decirlo.
Lo cierto es, que desde que salió a la luz la propuesta del
comandante Chávez 2013-2019, y habiéndolo leído con atención, no deja uno de
preocuparse por algunos contenidos, altamente desarrollistas, capitalistas y depredadores
de la naturaleza, que en nada se compadecen con el espíritu ecológico que por
otra parte se observa en el mismo plan.
Esto me llevo y me sigue llevando a pensar: ¿pero que de
raro tienen estas contradicciones, si a fin de cuentas, estamos en un proceso
de transición (que ya lleva 14 años ¿es como bastante, no?) y muchos de los
proyectos que están allí podemos combatirlos o seguir combatiendolos, pues hay
muchos en curso desde hace tiempo?
Obviamente no tengo nada claro como podemos combatir lo que
allí no esta bien desde mi perspectiva, (como quisiera tener claro el que
hacer, y como hacerlo). Sin embargo el optimismo, la fe, el comeflorismo, la
gafedad, no se porque razón sigo creyendo que por lo menos desde la mas directa
y franca crítica podemos hacer algo, además de movilizarnos permanentemente,
activados por la necesidad de romper los cercos mediáticos que a los grices,
nos muestran sólo blanco y negro, buenos y malos, pero nunca lo que está en el
medio, lo que está matizado o no, pero que no es de un extremo u otro.
Es fácil hablar del capitalismo de la derecha abierta,
reconocida como los de la MUD, lo difícil es identificar el capitalismo que se
esconde en nuestros propios proyectos, en nuestras políticas, y sobre todo
señalar a las y los camaradas “pumarosas”: rojos por fuera, blancos por dentro.
Muestra de ello las críticas que al uso de agroquímicos se ha hecho a todos los
proyectos vinculados al desarrollo de la producción agrícola (por ejemplo ver
objetivo 3.1.8.3), o el estimulo a los transgénicos que se está promoviendo en
algunas cátedras de universidades “bolivarianas”. Esto sin hablar de la
tercerización en el caso de los trabajadores y trabajadoras de las
instituciones públicas y empresas del Estado, y el irrespeto de sus derechos
consagrados en las leyes aprobadas por el proceso “revolucionario”.
Por ello el Plan de la Patria, es perfecto para unos/as y
malisimo para otros/as, pero ¿que pasa con los que hacemos lectura reflexiva y
vemos lo bueno y lo malo, y lo mas o menos?. Bueno nos pasa, que vemos cosas
que no se dicen, o no se dicen o no se analizan abiertamente, porque entran en
el campo de las ambigüedades que cierta derecha interna con mucho poder,
requiere se mantenga “velado”, “opaco”, es decir, lo menos transparente
posible, para que no produzca ningún tipo de reacción, pues las reacciones
opuestas pueden develar una tendencia “desarrollista – derechosa” que desde
hace tiempo se observa y se siente en el gobierno bolivariano.
Para muestra, vamos con una de las contradicciones mas
llamativas dentro del plan de la Patria, y que es económico, social, ambiental,
en fin abarca todo, y es el objetivo III. Convertir a Venezuela en un país
potencia… y la pregunta es ¿por qué queremos ser una potencia?, ¿es que acaso
nos pareció importante asumir como política y remedar la consigna, ¡y no, y no
y no me da la gana, de ser una colonia norteamericana, y si, y si, y si me da
la gana de ser una potencia latinoamericana! ? No es lo mismo una consigna con
su fuerza semántica, que un política de Estado que asume el papel de Venezuela
como potencia (¡suena como a imperialismo, pues!).
Es en este objetivo 3, donde se observa con mas fuerza, el
desarrollismo capitalista extractivista, no sólo por lo de “potencia”,
observemos por ejemplo:
- Casi todos los objetivos estratégicos se orientan al aumento de la producción de gas, petroleo, electricidad, etc. y no negando la necesidad de aumentar ciertos rubros, no deja uno de preguntarse: ¿donde están por ejemplo los proyectos de energías alternativas en este plan, mas allá de las buenas intenciones con las que se señalan en el objetivo 3.1.14.7
- El poderío económico se desarrollará en base a la utilización de los recursos minerales (3.1.16), se aumentarán y duplicaran las reservas de minerales (3.1.16 completico), pero a mi juicio lo mas preocupante, la ubicación de estos yacimientos en territorios, aunque mal explotados algunos desde hace tiempo, otros por lo menos que uno sepa como ciudadano común, no habían estado en el ojo de ninguna explotación, caso de la Cordillera de los Andes. Sin contar que los yacimientos señalados en este plan están todos en áreas bajo regímenes especiales, no sólo por su valor geopolítico, sino también y quizás lo mas importante por su biodiversidad y su valor cultural y espiritual. Obviamente, este objetivo 3, debe ser revisado y sobre todo, contrastado con el objetivo 5 y el “modelo económico productivo ecosocialista”.
Esto por sólo poner un ejemplo, de las abundantes
contradicciones que contiene el plan de la Patria, y que debemos seguir
revisando, y evaluando para enfrentar especialmente en estos momentos, a
quienes ante la ausencia del presidente Chávez, trataran de fortalecer su
orientación burguesa y anticomunista (lo digo por lo de las comunas como nueva
geometría del poder, mas que por el comunismo).
Igualmente en estos momentos hay que estar pendiente de las
señales que está dando la derecha burguesa desarrollista y eurocentrica
enquistada dentro del gobierno (de la otra sabemos bastante, sobre todo viendo
globovisión), la misma que ha participado en el diseño de ese plan de la
Patria, y ha brindado sus mejores aportes. Para muestra basta un botón: Abreu y
Dudamel le agradecen a Elias Jaua hace poco mas de un mes, por el apoyo para la
construcción de una estructura para el movimiento de orquestas, acto seguido,
José Antonio Abreu jefe de este proyecto hegemónico, colonialista y
eurocentrico que llamamos sistema de orquestas, se reúne con Miguel Bosé y
Juanes para acordar un concierto por la paz en Venezuela, después que los dos
personajes han dicho ¡horrores! de Chávez y del proceso bolivariano; por cierto
muy bien analizado por Lil Rodriguez en el diario Últimas Noticias (10 enero
2013).
Y ya para finalizar con otro sencillo ejemplo: lo que vimos
hoy en la Avenida Urdaneta en el territorio mas bolivariano de Caracas, después
de Panteón Nacional: el balcón del pueblo. Y es que hoy animo la Guerra de los
Sexos ¡perdón!, el acto con los presidentes y primeros ministros de
Petrocaribe, nada mas y nada menos que Winston Vallenilla, el mejor ejemplo del
“hombre nuevo” del que hablaba el Ché.
Me imagino que Vielma Mora recomendó a Winston para la
animación porque eso “vende”, y tiene “rating”… No quiero ni pensar que
pensaría Pepe Mujica si supiera cual es el trabajo al que se dedica Winston:
animador de concursos que degradan a las personas, especialmente a las mujeres,
modelo de propagandas de televisión (publicidad capitalista ¡pues!), osea,
trabaja pal capitalismo de frente y sin contemplación. A mi que me expliquen
porque la verdad que esto lo entendí menos que menos, en los alrededores de la
Asamblea unas y unos venezolanos (bastantes) nos agolpamos pa prevenir
cualquier mala intención de la oposición y no nos pagaron, y no nos dieron
refrigerios ¡pues!.
Así que vamos a abrir los ojos y el entendimiento como diría
una viejita amiga, no pasaran ni los de afuera ni los de adentro… hablo de la
derecha, y hoy el pueblo demostró que se juramentó porque el pueblo es el
poder, y que a nadie se le olvide… el soberano… el que manda… Así que ¡ojo
pelao! no se equivoquen con este pueblo.
Al desarrollismo capitalista lo tenemos en la mira…
Pa’lante comandante que la fe está en el pueblo.
Tibisay Maldonado Lira