Fueron 55 días de asedio y represión sin límites de parte del ejército y la policía nacional de Colombia contra la justa protesta de miles de indefensos campesinos del Catatumbo.
La férrea unidad de los pobladores y la solidaridad que desde diferentes puntos de la geografía planetaria recibieron los bravos e indomables guerreros del Catatumbo nos muestran y confirman varias conclusiones:
1- El Estado colombiano ejerce el poder a favor de las multinacionales y la plutocracia; las páginas de la historia así lo confirman. El ejército neogranadino al mando del general Cortes Vargas el 6 de diciembre de 1928, actuó con sevicia y a sangre y fuego se puso del lado de la multinacional United Fruit Company; cerca de un millar de obreros del banano pagaron con su sangre generosa el atrevimiento de exigir unas mínimas reivindicaciones para paliar la miseria y la explotación de la empresa de la multinacional de EEUU.
2- La canalla mediática de Colombia deliberadamente oculto el conflicto del campesinado del Catatumbo en sus primeros momentos; roto el cerco mediático la noticia ocupa la atención de la opinión pública, entonces en una acción sincronizada presidencia de Colombia, Fiscalía General de la república, satanizan y descalifican a los protestantes de guerrilleros, mecanismo expedito para que la fuerza pública actuara con la brutalidad que históricamente los ha caracterizado.
3- El fondo del conflicto son las innumerables riquezas naturales que alberga el subsuelo en el Catatumbo. El bipartidismo oligárquico, el ejecutivo nacional, el poder judicial y los medios conscientes de multimillonarios recursos que del Catatumbo saldrán ya tienen la agenda preparada: un alto porcentaje para las multinacionales y el Poder oligárquico y las migajas para los pobladores de la región del Catatumbo.
Colombia entera está despertando. Los pueblos originarios, afro descendientes, obreros, campesinos, estudiantes, profesionales vienen tomando conciencia, visibilizándose y exigiendo respuestas oportunas a la miseria que la clase dominante ejerce contra las mayorías, ayer silenciosas, hoy vociferantes, pero, de forma organizada.
Hoy el Catatumbo resiste. Pronto la resistencia cobijará a la mayor parte de la geografía colombiana.
Juan Mogollón Flórez.