“Y fui llenando
con flores
a mi fusil
de poemas
y afiné la puntería
del canto contra las bestias
fui sumando corazones
para vencer madrigueras
al llenarme los rumores
del volantín cuando vuela”
Alí Primera, Canción para acordarme
Agosto 04 de 2013.- En los días más soleados de junio, la
gente transitaba por la ciudad de Caracas con sus tareas, sueños y rituales a
cuestas; desde algunos rincones de la ciudad se dejaban escuchar lamentos del
vallenato, que le cantan al amor despechado o al amor que no se deja enamorar,
pero en gran medida, ajenos al canto profundo y valiente del vallenato
revolucionario, al canto del cantautor colombiano, Guillermo Torres Cueto,
mejor conocido como “Julián Conrado”, quien nos ofreció, en exclusiva para
Aporrea, una entrevista desde su “Carraca”, en la cual nos revela gran parte de
su vida, desde sus inicios en su pueblo, Turbaco.
Conrado, asemeja a un quijote costeño, por su gran estatura,
delgadez y sentido de justicia. Él nos habla de las historias de su pueblo con
nostalgia; sus palabras surgen entre la poesía y la palabra sencilla como nos
confiesa: “Mi lenguaje es la yuca con pescao” y se apasiona cuando habla de
Bolívar, Chávez y La Pola; de la vida, de las luchas, del amor revolucionario y
de su apego a la paz, pero con justicia.
Entre el canto y el relato, nos confiesa: “Yo no puedo ser
feliz si mi pueblo está sufriendo” y “Yo soy un perseguido cantor de los pobres
de la tierra”, en cuanto a su situación, expresa que solo desea ser libre para
andar y cantar, ahora, como dice Conrado, “sin tantos perendengues” y “más ná”.
La entrevista: