Por: Delfin Amaro
Hace más de un año , un profesor
“dirigente” de SINAFUM NACIONAL y del movimiento “Educadores Bolivarianos”
reconoció que a los educadores y educadoras de las escuelas bolivariana se le está
sobreexplotando cuando sus amigos del gobierno le aplican una política de bonos
para cancelar la extensión de la jornada laboral, que tienen mucho que ver con
políticas neoliberales de precarización del empleo, cuando lo que debería
privar es todo lo contrario.
El que una maestra trabaje 40
horas semanales (desde las 8am hasta las 4 pm, es decir 8 horas diarias) no es
cualquier cosa y además que mas el 60 % de esa jornada se cancela con un bono
lo dice todo.
Este Movimiento político reconoce
la necesidad de una mejor remuneración del docente de escuela bolivariana, la
pregunta entonces es ¿Por qué el jefe máximo de su comando de la nueva CTV el
profesor Orlando Pérez en conjunto con (sus amigos de toda la vida como son)
las federaciones no lograron hacer entender a sus superiores políticos de esa
situación? ¿Por qué negocio los derechos de las docentes de escuelas
bolivarianas? ¿Porque desmotivaron las movilizaciones del magisterio? ¿Porque
los trabajadores tienen que esperar la buena voluntad de los funcionarios del
ministerio y no depender como dice la historia de su propia organización
sindical?, por favor nos quieren hacer creer que somos demasiados pendejos para
entender en esa ingenuidad. Solo que el presidente de SINAFUM volvió a aplicar
el principio de la obediencia sumisa al patrón, tal cuál lo reconoció en entrevista
en el periódico “Docencia al Día”, cuando sus amigos de las federaciones le
replicaron sobre la anterior V convención colectiva.
Por otra parte, es característica
de los funcionarios del ministerio de educación que están allí desde la IV
REPUBLICA con una política no escrita, pero desarrollada “ a los docentes o a
los trabajadores con el fin de quitarles derechos laborales, cualquier cosa”
Esta nefasta política del ministerio se manifestó en el gobierno de Jaime
Lusinchi, con el bono compensatorio al salario para no incluirlo en el pago de
las prestaciones, luego por decisión del TSJ, fueron obligados a incorporar su
valor al sueldo pero con una inflación infernal de más del 80%. Luego el
gobierno de Caldera y Peckof remataron la faena cuando nos robaron las
prestaciones.
La política de bonificación del
salario es puro neoliberalismo y sirve para desconocer la actual ley del
trabajo sobre la concepción del sueldo y salario. Un bono, cualquiera que fuera
su apellido, (bolivariano o neoliberal) consiste en un pago único al año, pero
cuando se realiza de forma periódica mensual al trabajador o trabajadora, ese
pago forma parte del salario. La ley es taxativa en ello, por lo que el
bolivariano es un pago por la extensión de la jornada laboral en las escuelas bolivarianas
y no puede ser condicionado o constreñido según decisión de algún burócrata
cualquiera sea su categoría.
Nosotros denunciamos que El
sindicato SINAFUM Nacional y el colectivo que lo integra como responsables de
la actual situación del magisterio y son sumisos cuando no reclama ese derecho,
porque además de no estudiar la actual ley del trabajo, esperan de los mismos
funcionarios que niegan los derechos se los concedan graciosamente. En el
marxismo es antihistórico esperar que sin luchar, el patrón conceda los
derechos a los trabajadores.
Por otra parte, es característico
de la actual directiva nacional de SINAFUM, la de desconocer la legalidad
interna y los estatutos del sindicato. Destituyo de forma fraudulenta mediante
el forjamiento de actas a la profesora Evelyn Enríquez en la secretaría de
finanzas nacional e impuso al profesor Guillermo Madriz quién participo en las
últimas elecciones 2008 como candidato a presidente para la seccional Caracas,
donde perdió y luego le asignaron democráticamente la secretaría nacional de
asuntos laborales en la directiva nacional de SINAFUM. Sin ningún procedimiento
legal o estatutario suspendió las finanzas de las seccionales que los denuncian
en sus irregularidades. Es el idealismo filosófico que los embarga en conjunto
con una práctica Cetevista que los delata.